
En el campo se dispara la imaginación, viendo la ropa tendida te imaginas a la dueña de la casa, o a las hijas, o a la criada, nó, en las casas payesas no suele haber criadas. La lencería se perfuma con el olor de los pinos, de la lavanda, del romero,...
jajaja que gracioso
ResponderEliminarParecen fotos de tu visita al Tibet.
ResponderEliminar¿Legaste a ir, verdad?
no imagines tanto que te saldran callos jaja
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