


Esperamos pacientemente en el lugar adecuadamente buscado, el sol debía desaparecer de nuestros ojos escondiéndose justo detrás de Es Picatxos de la Illa d´es Bosc. La calima de agosto le daba un toque enigmático a la escena. Todo salió a pedir de boca y entonces…nos comimos los bocatas.
Juan,
ResponderEliminarun lugar muy bonito, quizas demasiado para bocatas.
falta el champan.
un abrazo