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Al atardecer del viernes desde un puig camino de Corona, la visión de las montañas que rodean Denia en la costa peninsular era espectacular. Primero se divisa la silueta de Sa Conillera, después Ses Bledas, y al fondo, como un falso decorado, ¡Tierra!, como gritó Colón.
Fabulosas, Juan!
ResponderEliminarUn abrazo
Magníficas vistas!
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