13 de abril de 2025

HORNO DE PEZ. FORN D´ENCRITÀ O PEGA.

 

Esta forma de explotación forestal es antiquísima, como lo prueba un documento del Archivo Municipal de Ibiza, fechado en 1299, en el que el rey Jaime III revocaba una prohibición de extraer de la isla el alquitrán. En 1335 el rey ordenó a su lugarteniente en Ibiza Ramón Muntaner que el alquitrán fuera exportado a las tierras de Aragón, hasta que en 1753 se volvió a prohibir su exportación porque las necesidades de la flota de barcos que había en Ibiza necesitaban ese alquitrán para calafatear las naves.

PROCESO DE ELABORACIÓN.

Una vez elegidos los pinos, los más gruesos, se corta la cima “escimerolar es pins”.

Durante tres o cuatro años y tras descortezar el pino por uno de sus lados, se llamaba “pí parat” y se procedía a extraer teas más o menos uniformes.

Se mantenían en el suelo durante el verano para que segregaran el máximo de resina.

Al llegar el otoño, las teas se llevaban al horno y se procedía a “encanar es forn”, llenarlo hasta la misma boca. Las astillas se colocaban verticalmente inclinadas en dirección al orificio de salida a fin de que el alquitrán (obtenido de la combustión de las teas con su resina) se deslice hacia “s´olla” ya destilada la resina.

Las teas se consumían en unos dos a cinco días, según el tamaño del horno, y se debía esperar otros dos días para destapar “s´olla”

Ya únicamente faltaba depositarlo en recipientes llamados “s´olla de s´encrità” o “es truc de s´encrità” que toda casa payesa tenía y que compraban en ese mismo lugar al propietario del horno.

La mayor parte del alquitrán se usaba para impermeabilizar las suelas de las alpargatas.














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