Desde el suelo no se tiene perspectiva del inmenso desastre, pero ves desolación a tu alrededor, montaña abajo, en la playa de Benirrás la vida debe seguir y en su bahía los veleros continúan sus vacaciones como si nada hubiera ocurrido, o tal vez algunos mirarán hacia las montañas y nos acompañarán en el sentimiento.
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