31 de diciembre de 2005

FLOR DE LA PLANTA DE LA SEDA



Leyendo el blog de Pep (José Barral), he visto esta planta y justo hace unos días que la fotografié caminando por el torrente de Es Broll, con ella aprovecho para desear lo mejor en el 2006 a los "hombres de buena voluntad", y a los de "mala voluntad".... me dan lástima.

30 de diciembre de 2005

ATLANTIS




Se llama Sa Pedrera des Savinar, es un lugar único, desde época romana se cortaba piedra de marés para construir parte de las murallas de Eivissa, las transportaban en barco.
Hace unos años unos escultores tallaron dos preciosos torsos humanos, hoy casi han desaparecido, la erosión del mar y el viento hace su trabajo. Lo que no es necesario, ni siquiera bonito, es “contribuir” al mundo del arte con grabados hechos para entretenerse o pretender pasar a la posteridad. Las piedras tienen su historia, no les hace falta recordar tu nombre esculpido rasgando su piel.
Recuerda el lugar y el lugar se acordará de ti sin necesidad de grabar tu nombre, a nadie le interesa saber que estuviste allí.
Quien esculpió las figuras trató con delicadeza y amor a esa roca y permanece anónimo.

29 de diciembre de 2005

OTRO AÑO MÁS


El año termina, nos sirve para desear que el próximo sea mejor, nunca podrá ser, cuando es bueno para unos es a costa de los otros, además son deseos tan individuales, tan personales, tan egoTistas, que la conciencia colectiva no experimenta apenas cambios, sigue deteriorándose. Ni siquiera el dios Internet nos hecha una mano y nos globaliza para bien a quienes caminamos intentando hacer un mundo mejor. Pero repito, nunca podrá ser, un mundo mejor para unos siempre es un desastre para otros. No lo entiendo, las mentes unidas deberían tener más fuerza que el Poder y el Dinero (o el poder del dinero que es lo mismo),pero porqué diablos una mente maligna, envidiosa, cruel y dictadora tiene más poder que miles de mentes pensando al unísono en hacer el bien, en respetar, en repartir.
¿Por qué una manzana podrida pudre a las demás y no muchas manzanas sanan a la podrida?

28 de diciembre de 2005

NATURALEZA


Hasta cuando las hojas enferman lo hacen vistiéndose de colores y alegrando la vida alrededor de ella. Como dice Helena, cuando estés triste llévalo por dentro y vístete de colores para los demás.

27 de diciembre de 2005

A MARIA de "Sant Rafel"


He encontrado este poema que María me envió hace mucho tiempo, es como si presagiara algo, murió de cáncer hace poco.
¿Por qué se mueren las personas que hacen falta en este mundo?

Potser, si tingues esperança
deixaria que volacin
els pensaments que´m sobran
i no anyoraria
l´anyorança absurda.
Potser, si tingues esperança
tellaria els dits que´m senyalan
i mossegaria la llengua
que´m fa parlar massa.
Potser, si tingues esperança
eufagaria la veu que no canta,
caminaria descalça.
Potser, si tingues esperança
olvidaria el foc
que´m crema l´entranya,
deixaria que el teu cos
s´acustara.
Potser, si tingues esperança
tiraria els objectes
que´m lligan a personas estimadas
i remouria la terra
per trobar la llavó
de la existencia.
Potser, si tingues esperança
escriuria versos, ...
fugirian plomas, ...
fugirian raonaments, ...
creuria
en la transmigració de l´anima.
Potser, si tingues esperança,...

Barna, març 77

INDIFERENCIA



“Tú tranquilo”.Es la frase que, cuando me la sueltan, más rompe mi tranquilidad.
Es difícil verme alterado, pocas cosas rompen mi ritmo, y no es que “pase” de todo o que esté de vuelta de nada, pero la indiferencia es una de mis armas preferidas. No es vanidad, ni elitismo, ni despreocupación, ni siquiera falta de interés, me interesa a mi manera, es sencillamente que hay demasiada bruticia y mala mediocridad como para estar interesado en todo lo que nos rodea.
Por eso cuando intento aislarme de algo me vuelvo indiferente, por eso si insisten y les insinúo que me dejen en paz, sin enfadarme, y me sale alguno diciendo “tú tranquilo”, mi tono de voz sube y rompe mi serenidad por unos momentos, justo el tiempo en que desaparezco.

26 de diciembre de 2005

SUPERMERCADO NATURAL


Caminando por el torrente de Es Broll bordeando acequias legadas por el pueblo árabe,
recojo unas naranjas para el desayuno y las coloco en la "cinta transportadora" que
cuesta abajo me las entrega justo al lado del aparcamiento de mi bicicleta.
No hay caja para pagar, la naturaleza obsequia con sus frutos a quienes respetan su tierra.

25 de diciembre de 2005

CARTA (VII)


Hace una hora tocaba el cielo con la punta de mis sábanas y en este instante que las lágrimas juegan a ser valientes, llegas inexorable con todo tu ejercito de luz y aplacas la rebelión del llanto contenido. Gracias.
Me acaba de cerrar la puerta alguien que me abrió la ventana del sótano y me enseñó hace poquito que las estrellas también pueden brillar para mí. Y me cuesta el valor de muchos sueños entender como se evapora la consistencia platónica del amor que parecía férreo y heroico.
Como en un juego con las reglas marcadas, todo empieza con las promesas de un tiempo eterno compartido, que yo no invoco, me regala él, cualquier él que realmente haya marcado ritmos en mi corazón, pero pocos son los días que bastan para hacer ruinas y hecatombe lo que sus vanidades levantaron.
Quizá la tragedia es que me pertenezco demasiado y nunca logro volcarme en otro tanto como desearía. Tal vez cuando me derramo, dentro de quienes son, despierto en ellos el lado cervatillo y huyen. No lo sé. Busco aún un lugar donde al tumbarme sienta que el alma se yergue hacia lo eterno.

23 de diciembre de 2005

OSCURIDAD


Sa Conillera enfrente
tranquila y durmiente
cual lagartija al sol.
Azul intenso de mar
pintado de rayas blancas
con el pincel de la brisa.
A mi derecha el majestuoso Cap Nunó,
vigía incansable.
Llauds caminando lentos
hacia el olor del calamar.
Suena la música de Pedro,
tan agradable como agradable es el silencio.
El sol caerá en Cala Conta,
se borrarán los colores,
todo seguirá en su lugar,
la oscuridad es sólo falta de luz.

La Torre, 23dic

TAMBIÉN LOS PINOS LLORAN


Como en la teoría del caos,
todo se reorganizaría por sí solo...
si lo dejáramos como está.

20 de diciembre de 2005

PACIENCIA

Flor temprana (primeros diciembre)


Este almendro tiene prisa, ofrece flores tempranas, es su forma de agradar, no se siente bien en sus ramas desnudas. Desde que nos ofreció sus frutos para la “Salsa de Nadal” está impaciente por volver a florecer.
Es casi lo único en Ibiza que tiene prisa, el florecer de los almendros y el “sembrar” de autopistas la isla.
La gran virtud de los ibicencos, su piedra filosofal, se está convirtiendo en su talón de Aquiles.
Recuerdo al padrino de Kiko sentado en la puerta de la pensión con un calcetín de cada color viendo a los “giris” pasar sonriente. Se acordaba de cuando no había turistas y él tenía muchas tierras (poseer tierras no era ser forzosamente rico) y la gente acudía a pedirle pequeños préstamos. Su respuesta solía ser: “Anau passant que ja ho anirem sabent” (Ir pasando que ya lo iremos sabiendo).
No había prisa para nada. A nadie le importaba que en la tienda se “colara” alguien, o que un vehículo se parara delante del tuyo para hablar con alguien y te impidiera pasar durante un ratito, nadie pitaba, hoy por mí, mañana por ti.
Todo desapareció cuando se inventó el “stress” aunque aquí tardó más en llegar.
Ya no hay paciencia, ya sólo te paras y hablas por el móvil para avisar a la oficina que llegarás tarde porque la salida de Amnesia bloquea la carretera.
No hay prisa, que adonde tienes que ir es hacia ti mismo,-dijo algún Budha que se fue a vivir a otra parte-.

MÚSICA



Vive la vida al son de la música que nunca muere.

CARTA (VI)


Si de lo que hoy conozco del mundo, que es pobre y poco pero me hace persona más completa que su ausencia, tuviera que elegir una voz para entenderme en ella, sería la tuya. Más allá de cualquier poeta, tus letras son como lecturas íntimas de lo que corre por mis silencios.
¡Cuánto tenemos en común y que lejos parece todo a veces!
Anoche me tumbé junto a alguien que no se ha despertado conmigo porque sólo forma parte de un presente fugaz. Hoy sencillamente tengo espabilada la tristeza del recuerdo precioso de su piel y de su intimidad expresada en secretos que él aún no sabe que escribe en cada caricia.
Estoy enamorándome de vivir. No me hace falta una persona específica sobre la que derramarme. Todo es diana de mi afán por querer.
Sin embargo ¡qué grande y poderosa me sentía horas atrás al concederme el lujo humano de no ser yo para mí sino para otro, también derrochado hacia mí!
Ha sido conmovedor en todo. Me miraba por dentro. Eran ojos sin barreras físicas. Sé que no se da cuenta de todo lo que éramos, aún. Sé con certeza que las huellas serán las voces que atestigüen lo magnífico de anoche.
Qué torpes y retorcidos somos pues necesitamos el castigo del tiempo perdido para valorar lo que ya nunca será nuestro.
¿Cuál es el valor de las palabras o de compromisos tempranos para atar la incertidumbre extraordinaria del futuro?
Me parece que sobran los anclajes. No quiero una vida que tenga sabor a mañana. Éste es el don que encuentro ahora, placer inigualable de las alas sin conquistar.
Quizá nunca pertenezca a alguien pero en todos hay algo de mí que se queda y algo que de ellos me llevo para siempre.

ESTHER, FUTURA CAPTADORA DE IMÁGENES

CALA LLOSÁ


A propósito de Cala Llosá, he buscado una pequeña nota que envié al Diario de Ibiza allá por 1980 cuando intentaron cerrar un camino de servidumbre para impedir el paso a la citada Punta Galera por unos terrenos de nuestra querida Duquesa de Alba. Actualmente el camino permanece abierto.

16 de diciembre de 2005

CALA LLOSÁ



Cojo el bolígrafo tristísimo. Como si manejara un arma de destrucción masiva. En estos momentos creo que la humanidad se desmorona, aunque lo que haya caído no tenga valores morales. Forzosamente tiene que ser un castigo de la madre naturaleza –vosotros me destrozáis, yo os quito mis más bellos rincones-. Cala Llosá, más conocida por Cala Galera, se ha derrumbado. El acantilado que la respaldaba y decoraba con inverosímil arquitectura natural se ha venido abajo.
Lugar mitificado como reducto de los primeros nudistas allá por los setenta (en los que me incluyo), altar de meditación, con rocas tan lisas que parecen pulidas y que servían de rígido colchón para “espatarrar” tu cuerpo al sol, y sus aguas cristalinas para sofocar las pieles ardientes.
Una casa se reconstruye, un árbol se replanta, un amor que se va se cura, pero cuando la naturaleza se destruye a sí misma sus razones tendrá y no hay vuelta atrás.
Los humanos somos débiles y falsos, añoramos sólo cuando perdemos, pero no nos acordamos cuando lo tenemos y no pensamos en defenderlo ni cuidarlo.
¿Por qué no lo aplicamos a nuestra isla?

15 de diciembre de 2005

CUERPO "APROPIADO"



Que contradictorio, pasamos la vida buscando tener el cuerpo apropiado (algunos en el gimnasio, otros comiendo hamburguesas, otros…) sin darnos cuenta de ese cuerpo “ya” es nuestro, que no necesitamos “apropiarnos” de el.
Pero aún sabiéndolo, “nuestro” cuerpo no es del todo nuestro, más bien casi nada, no nos pertenece ni presentando la Partida de Nacimiento ni lo que llaman, ¡alucino!, “Fe de vida”.
Ya la Iglesia intenta “apropiárselo” con la complicidad del alma.
Y la ciencia lo quiere como “suyo” ya que está compuesto de elementos químicos que se hallan en la naturaleza.
Y el remate es la Sociedad, las leyes se lo apropian tanto en la vida como en la muerte.
En vida se permiten “usarlo” para sus “legales” fines: pueden privarlo de libertad, enviarlo a primera fila en un conflicto armado, dejarlo hecho una piltrafa con electroshock en un psiquiátrico, etc.,… pero lo peor es privarle también de la voluntad o decisión de morir, de elegir acabar con tu vida cuando consideras que no es vida.
Y después, cuando se ha decidido tu hora, pueden disponer de tus órganos, lo dice la ley, si tú en vida no lo has evitado firmando expresamente tu disconformidad a que lo hagan.
Nos pongamos como nos pongamos, el cuerpo no nos pertenece, no podemos decidir que hacer con el ni vivos ni muertos.

13 de diciembre de 2005

A...















Té, Sabina y lápiz,
cuadrada trilogía,
en medio…tú.
Cada sorbo humedece mi cerebro,
cada canción seca mis labios,
en medio…tú.
Su olor ensordece mis oídos,
las notas huelen a ausencia,
en medio…tú.
El sabor esconde palabras,
las letras saben a menta.
Maldito lápiz que escribes olores,
hueles canciones,
y revives dolores.
Lo tergiversas todo.

VIAJAR




Viajar es la religión a la que pertenecen aquellos que no se cansan de explorar el mundo.
Son raros los hombres que consiguen comprender el mundo sin salir de sus ciudades.
El mundo es una especie de banco genético de ideas, costumbres, comportamientos, formas de vida, disponible para aquellos que están dispuestos a recibir y asumir con profundo respeto toda la sabiduría que los diferentes pueblos del mundo tienen en su haber y que sean capaces de asimilar. A la vez saber entregar sin imponer tus conocimientos, únicamente tus deseos de convivencia en armonía y paz.

“Pensar es más interesante que saber, pero menos interesante que mirar” (Goethe).

La contemplación del mundo nos cambia para bien o para mal. Supone una transformación interior proporcional al tiempo y a la distancia recorridos en nuestras vidas.
Viajar por el mundo, sumergirse en otros países, mezclarse con otras gentes, sin tratar siquiera de juzgarlos. Ese es el cometido.

12 de diciembre de 2005

FOTOGRAFÍA

















Una imagen congelada en el tiempo
fijando una idea de la realidad
que mis ojos captan y mi mente cree
y que necesita de un pulso firme
y una decisión exacta
para apretar el botón de la cámara
e inmortalizar el momento justo,
eso es una foto.


La fotografía es como un espejo frente a otro espejo, la realidad que pretendemos captar es sólo un pequeñísimo reflejo de la misma distorsionado por nuestros prejuicios y filtros mentales. Una imagen es apenas un fragmento de luz, un espejismo. Solamente se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.

CARTA (V)


No me puedo explicar, así, como se me flexibilizan los márgenes ideales del amor palpable, por qué Luis responde ahora a lo que siempre ha anhelado mi corazón.
Despierto, jugando a ser reales, se le escapan excesivas desavenencias contra mi platónica guarida, pero basta un acierto, una coincidencia exacta para dispararme la fe absoluta en quienes somos entremezclándonos los dos.
Si se atreve a detener su ritmo acelerado de cotidianeidad novedosa y me mira, entra en todo lo que silencio.
Nunca sentí que me recorrían los párpados desde dentro.
Las noches lo delatan. Cuando pierde la conciencia, se le desnudan los miedos... Incluso sus sueños hablan en voz alta.
Me completa el mañana... Siempre tenté los futuros de mis atrevimientos con un alguien caudillo de una causa limpia, generosa y olvidada.
Luis iza la bandera de los niños x-frágil. Amo su capacidad de amarlos.
Llega, agotado de trabajar con ellos, y se sienta ante su ordenador para seguir investigando... Yo aguardo el abrazo del sueño. No antes tendré su atención. Admiro su entrega.
Sabe que quizá no logrará demasiado. Los dos sabemos que siembra para siempre.
No es capaz de amarme, ni de amarse a voz en grito... pero, cerca de mí, siento que me quiere.
Es extraño pero no necesito que me lo diga para entenderlo.
Me acecha un miedo del que tanto tiempo antes me burlé. El temblor, aún de baja intensidad, de entregarme sin reservas y perderlo.
Quizá mi flaqueza tenga esa válvula de escape: la sombra tenue de una soledad indemostrable todavía.
Soy torpe por atender a este pavor famélico. Aprendí, de ti, de los años, de la literatura,... que el Amor está en uno mismo, independientemente de la ausencia o no de la persona que excusó su inicio.
Sigo,... hacia un rumbo... que ya se encargarán de marcarme los años que me quedan...
Mi auténtica preocupación es dejar de preocuparme.
No quiero vivir en el estrecho margen del día a día porque me perdería todo el resto del mundo que no soy yo.
¡Qué incongruente es la existencia humana!
La calle de un barrio antiquísimo entremezcla a yonquis y vagabundos con elitistas abogados, elegantes funcionarios y otros tipos de caras carteras y trajeadas “pintas”.
Otra vez me pillo los dedos con puertas que no se ven.
Hace dos días todo era asombroso. Los dos últimos se tintaban con un gris inesperado y sin esperanza.
¡Qué antagónicos pueden ser los instantes!, o ¡Qué contrario un latido de otro!
Hace horas que he dado nuevas volteretas. Me doy cuenta que vivo al filo de las emociones.
Siempre se filtran, luego, en mi reflexión pero, humanamente, hay algo o mucho que suele escapárseme.
M e encuentro incapacitada, en momentos crudos, para calmar tanto dolor o cualquier suplicio humano. ¡Me falta tanta sabiduría de libros y de años! El tiempo no me concede una pausa, para que me entrene con destino a vivir. ¡Que va!
Somos lanzados con la torpeza de la ignorancia-que dura todo el recorrido vital- y la inexperiencia que puede reducirse a peor.
Luis me empuja continuamente a los extremos y siempre me sitúa en el centro para que decida mi inclinación.
Me pone a prueba. Así conoce mis límites y mis razones, ¡Parece psicólogo!, tiene la carrera y un don innato de manipulación, que, afortunadamente, está guiado por la bondad.
A veces se me empequeñece la fe en mí y en los demás.
Pongo en el tribunal de los acusados la buena humanidad y, generalmente, huyo antes de conocer la sentencia.
Otras veces, una mirada transeúnte me anima a levantarme el ánimo.
Casi siempre hay un ángel en el instinto que me identifica, una luz que nutre, una hoguera que protege, un más allá expectante.
Sin el mal no existiría su contrario; así se logra el equilibrio.
...Y no sé si es la excusa razonable para digerir espiritualmente atrocidades que podrían, al menos, ser combatidas a riesgo de fracaso.
Si cada uno nos atendiéramos a nosotros mismos, otro gallo cantaría.
Lo sé pero el mundo es un desajuste improvisado con lágrimas de cocodrilo... ¡Es broma!
¿De qué me sirve pensar si mi acción es nula?
Quiero empezar pronto a trabajar pero con todo el cuidado de mi desconocimiento.
De vez en cuando, tengo miedo del horror humano porque ya no me salen lágrimas y toda su humedad se queda dentro de mí, calándome las emociones, que nunca se cansan de acompañarme.
De vez en cuando, me repito que sólo se vive una vez (esta vida) y salgo a correr por mis sueños.

10 de diciembre de 2005

SOLEDAD BIS




Otras veces uno se siente como ese tronco, inalterable ante los elementos, inamovible ante la adversidad, seguro de sí, sin hacer “sombra” a nadie, sirviendo de reposo a la espalda de algún caminante, rodeado de flores a tus pies, sabiendo que aún sin ramas que le perpetúen, las tuvo alguna vez y cumplieron su función.

9 de diciembre de 2005

SONRISA


Vivimos sin sentido,
pero a la nada
le puede crecer
una sonrisa.

SOLEDAD




A veces uno se siente como esa hojita solitaria, a merced del viento, o la lluvia, o el sol, o lo que la naturaleza te envíe como castigo o bendición, según te encuentres. Sin cobijo ni compañía. Te sostiene y sustenta tu rama, tu tronco, tu raíz. Pero aún así te sientes olvidado. Abandonado. Y seguramente lo has “elegido” tu mismo. Decides vallar tu terreno para que no entren intrusos y al final eres tu el que no sales. No es la soledad de los ascetas que buscan su más profundo interior aislándose de la contaminación exterior, es una soledad a la carta, que nadie me moleste hasta que yo lo diga. Soledad selectiva. La condición humana de ser únicos no nos libra de la necesidad de complementar nuestra individualidad.
Sólo mejor que mal acompañado no debería ser un tópico. Pero muchos elegirían vivir con el mismísimo demonio antes que pasear, comer o dormir solos.
Cuando uno no sabe como estar consigo mismo, como coño puede convivir con otros.

7 de diciembre de 2005

CARTA (IV)


La sonrisa es tan elástica como el ánimo.
¡Siempre llegas a tiempo del preciso instante en que no sólo te necesito sino que eres indispensable!
Lentamente, la evidencia con que debemos admitir que alguien que no seamos nosotros siempre tendrá un biombo, una cortina o un cajón que no abriremos o descubriremos (por torpeza o inevitabilidad) aclara la importancia de volcarse en el segundo y no apartar, casi nunca, la mirada de lo que estamos siendo ya.
Como tú me enseñabas, el verdadero regalo que nos queda siempre, tras los que pasan como transeúntes por nuestras vidas, es lo que hemos sido, porque ellos se han arrimado a nosotros o la vida ha decidido compartirnos, y lo que somos después, con su huella encendida.
Soy feliz (si este es el adjetivo adecuado, no lo sé) porque quienes me rodean me hacen sentir mejor persona.
Y empiezo a amar a un alguien señalado por la potestad de mis sentimientos, a pesar, incluso, del sentido de su amor, que descubro día a día más fuerte, más sincero, más asombroso.
Sin embargo no me asusta la amenaza rotunda del verano porque, por encima del mañana, está este hoy en el que me sorprendo.
A veces, yo llamo a la tristeza pues necesito su humanidad para detener la aceleración de la “vida de un trago”.
Sentarme con ella significa abrir las puertas a todos los perdones y relajar la guardia diaria de no fallar jamás a las expectativas de todo lo que contenga el día iniciado.
Me apenan aquellos que tanto la huyen y la temen porque se escapan de una parte de quienes son.
En casa las tristezas se reúnen, a menudo, de madrugada y lo inaudito, para mí, es que pocas veces faltan los bastones o las compañías tumbadas junto a la rendición momentánea de cada uno de nosotros.
Creo que ella te conoce bien, desde hace años pero aún no me he atrevido a hablarle de ti.
Me faltan las puestas de sol.
Si las tuviera cerca, te las enviaría a ti (que eres más dueño de ellas), pero siempre hay excusas para no encontrarnos: distancia, ocupaciones. ...
Te diría... que los años no pasan en balde y todo el que eres merece ser derrochado sobre o dentro de una mujer que te sienta y presienta justamente... ¿Quién lo decide?
Si yo eligiera, te regalaría a Venus.
Aunque, después de todo, el “carpe diem” iza la bandera más lógica y emotiva.

4 de diciembre de 2005

CARACOL ESPINADO



Este caracol no escuchó nunca a Maná y su “corazón espinado”. Si lo hubiera hecho no se habría internado en esa selva de pinchos en el cactus. También a los animales, lentos y babosos, aún con traje acorazado, se les espina el corazón.
Como a mí, que me gusta más el pescado con espinas que un trozo de atún. Desmenuzarlo con los dedos, como aprendí en Indonesia, y comérmelo con una sola mano, la otra es para limpiarse donde la espalda pierde su nombre.
¿Por qué sentimos “pinchazos” en el corazón?
¿De verdad son las espinas?
Tenemos un complejo cerebro que envía estímulos a diestro y siniestro sin avisar, y al corazón, por eso de que tiene buen corazón, le envía corrientes de alto voltaje, ¡Ahí va eso!, y sin libro de instrucciones.
A veces bombea como loco, otro corazón le envía señales de humo.
Otras veces no le sale ni una gota, los aspersores están taponados con lágrimas salinas.
De cualquier forma le remite los latidos al cerebro: “Enciende el piloto, tengo un pinchazo”. Devuelve la pelota a su tejado. De aquí para allá. De allá para aquí. Y el estímulo se va diluyendo. Apaciguando Desgastando. Solo que a veces hay espinas tan clavadas que no quieren irse. Y como el caracol hay que sortearlas.

2 de diciembre de 2005

HAN CERRADO EL LIMBO




No recuerdo quien dijo aquello de “soy ateo, gracias a dios”, pero va bien para el tema. Escucho en la radio que los “cerebros” del Vaticano han “cerrado”el Hotel Limbo, destino turístico de las ánimas de los bebés no bautizados. Es realmente vergonzoso. ¿Dónde trasladarán a las inquilinas almas que pasaban su eternidad allí?
¿Y los puestos de trabajo de la plantilla del Limbo?
¡Qué morro!, también hay especuladores en el cielo. Seguro que ahora recalifican los terrenos y construyen chalets de lujo.
La Iglesia ha perdido su crédito. ¡Y si resulta que tampoco hay infierno!, que algún agujero de ozono celestial lo está apagando.
Del cielo prefiero no hablar, es lo único “vendible” de la inmobiliaria “Iglesia & cía constructores”. Lo único que da sentido a morirse, ir al cielo. Eternidad etérea. No más guerras. No más hambre. No más impuestos. No más cuernos.
¡Ay!, cuando la Iglesia decida contarnos la verdad, será tarde.

1 de diciembre de 2005

VIDA TRÍPTICA (A Cis)



La vida te ha dado un mensaje
cifrado muy lentamente.
Duro como lo más duro
porque lo blando no te agrada.
Lo profundo tiene vida
y el dolor que nadie quiere tiene vida.
Detienes el tiempo en tus cuadros
y el espacio se te escapa.
Nadie puede ver lo que tú ves
porque no miras con los ojos.
Nadie puede vivir lo que tú vives
porque sencillamente no se puede.

1997

No sé si es un arquitecto con alma de pintor o al revés. De cualquiera de las maneras la mayoría de sus trazos son duramente rectos, predomina la línea al círculo. Tal vez por eso la vida le ha circulado. Le ha encerrado en una silla de ruedas con la excusa de la Esclerosis. Le ha jugado una mala pasada.
Es una lección difícil de interpretar, peor de asimilar y no hablemos de aceptar.
No le conocí en su juventud, ahora la sonrisa se le ha endurecido, pero la tiene clara para quien él decide entregar. Ya no tiene nada que perder. Cuando en algún momento crees perderlo todo, empiezas de cero a ganar cosas.
Pronto,-me contó-, ya no podrá pintar, otra prueba más que le impone la vida nadie sabe el porqué. Ni él. Pero sé que se expresará de cualquier otra forma. Las “putadas” de la vida siempre tienen dos caras. El escogerá la que tenga sentido.
Te quiero Cis.

28 de noviembre de 2005

FRAGILIDAD




Toda la sencillez de la naturaleza me recuerda la complicidad humana.
Al séptimo día Dios creó al hombre. Podría haber cogido el día libre. ¿A qué empresa pertenecía que trabajaba siete días seguidos?
Quiero imaginar a la naturaleza sin el hombre y mi cerebro se bloquea. Animales a su aire. Selvas impenetrables. Ríos desbocados. Mares llenos de peces. No soy capaz de visualizarlo.
Si el hombre es parte de la cadena evolutiva, no nos queda más remedio que aguantarnos. Nos hemos lucido. Algún manipulador se ha lucido. En el preciso momento en que le tocó “introducirle” un cerebro en su cabeza, la cagó. Lo programó con el culo. Le hizo creer que era más inteligente que los demás seres vivos, incluidos seres inanimados. Le dijo que podía usar la naturaleza a su antojo, que era inagotable. Le dijo también que podía “cargarse” a otros humanos que no fueran de su agrado. Le programó para sentir cosas y llevarlas a cabo sin remordimientos. Le dio permiso para crearse dioses a quienes poderles pedir perdón o echarles la culpa.
En fin, le fallaron los cálculos, le salió un ser humano sencillo, sensible, amoroso, frágil como las hojas en el estanque.

CARTA (III)


La amenaza de creer no es la crítica o la burla de los otros, para mí, el gran riesgo es la locura.
Tiene tanta energía la fe que puede poseer el alma.
Estoy haciendo acrobacias para mantenerme en el hilo colgante de la duda. ¡Qué sinsentido!
Lanzarme hacia uno u otro lado, intentar alcanzar un punto, un cimiento o una estrella... pero tener una trayectoria por la que luchar. ¿Luchar?
La vida sin motivo tiene de apellido expósito.
Se queda huérfana.
Mi meta debería ser humilde o ambiciosa, pero estar presente. A veces, su ausencia es mi verdadera soledad.
Pero las otras veces, su lejanía me concede la libertad del “carpe diem” y entonces llega ella, porque supongo que sabe que a sorbitos pequeños algún día la entenderé.
Hace días que comencé a escribirte y mi vida ya ha girado más revoluciones de las que esperaba y, quizás, pueda soportar.
Alguien me ha vuelto a trastocar las emociones pero, como mis “siempre” de amor, se me resbala del mañana y casi también del ahora.
Siempre lo tengo todo pero mi eternidad con el amor parece reservarme demasiados rostros.
He descubierto que soy más “yos” de los que creo. Me he descubierto en otros gestos, otras risas, otras entregas, otros corajes, otros temores que nacen de mí y que nunca sospeché.
Me alegro de lo que su paso ha dejado en mi vida aunque una estrella del idealismo infantil se ha añadido a las ya apagadas.
¿Qué tengo yo que mi amor ahuyenta?
Quizá las ansias, quizá la idealización atacante, quizá yo...
¡Qué difícil el amor acuariano!, ¿Eh?
No hay remanso para nuestros corazones, amor.
Estamos levitando en la divagación de nuestros sentimientos exploradores.
A veces pienso que ya están en mí y buscan un cuerpo tangible al que apuntar su atención, sobre el que derramar la intensidad de sentir.
He tenido un ángel entre mis brazos y una fe interior(o tal vez femenina) me dice que volverá porque sólo sus ojos me han conquistado el alma.
Nunca antes me miraron desnudamente como él lo ha hecho.
¡Ojalá no sea una simple parada en el camino!
¿Qué quiero?, me pregunto para no enloquecer la brújula de quien soy, y sé que mi respuesta no se ciñe al nombre de un amor-amante. Hay más esperanza, más empuje en mis anhelos todavía borrosos pero existentes.
Las promesas diarias que se arraigan a un largo plazo no están hechas a la medida de mis pies descalzos.
Tengo tallas extrañas para vestir mis deseos.
¡Te voy a volver loco! Mis cartas (las que son tuyas) son las verdaderas testigos de mis demencias secretas.
¡No te asustes de mí!
“NO QUIERO QUE PIENSES.
YO DIGO QUE NO PIENSO EN ELLO.
(CÓMO PODRÍA OLVIDARLO
SIN HABERME MUERTO)”
J. HIERRO

Re-aprendo la básica importancia de sernos enteros mientras perdure la caduca eternidad del ser feliz.
Cada vez que he tenido un labio al que dedicar besos y versos, se me ha volcado todo. Y volveré a derramarme...
Arrepintámonos de lo que no hicimos pues de lo hecho ya obtuvimos la lección o la victoria y fue vencida la duda.

Mil besos para los rincones oscuros de los lienzos que quieren salir de ti.

27 de noviembre de 2005

ENSEÑANZA


“Había una vez en una pecera dos pequeños peces, conversando.
De repente uno de ellos se puso muy triste, y se fue al otro lado de la pecera.
Entre tanto el otro pececito meditaba en silencio, después de un largo rato,
se acercó al que estaba triste y dijo con gran sabiduría:

- No te aflijas, ciertamente dios existe,
recuerda es él quién nos alimenta y nos cambia el agua a diario.”

26 de noviembre de 2005

EQUILIBRIO




“Equilibrio” es una de mis palabras favoritas. Sirve para todo. Hasta para andar por casa. De pequeño la relacionaba con caminar por encima de una delgada pared sin caerme. Cuando me empezó a salir la barba la usaba para saber cuando llevaba una copa de más. Y ahora de mayorcito me sirve para mesurar mi estado de ánimo.
Encontrar el equilibrio de los opuestos, amor y desamor, soledad y compañía, tener y no tener,…, el bien y el mal, el ser y no ser, encontrar la famosa aguja en el pajar.
Tal vez los opuestos no sean tan opuestos. El yin y el yan.
Lo que es arriba es abajo. ¿Y en medio?, cuentos chinos.
En el medio no hay nada, es un punto donde uno no cabe ni se sostiene. Tires para donde tires, decidas lo que decidas, rompes el equilibrio. Pero no es grave.
Al contrario del epicentro de un terremoto, cuanto más te alejas más tiemblas. Formas círculos concéntricos alrededor de tu punto de equilibrio, y contra más te atrevas a alejarte te vuelves más ex_ céntrico (la palabra bien lo define) y aprendes a vivir equilibrando desequilibrios.
Cuando la vida se sitúa más allá del bien y el mal, el ser o no ser es la única cuestión.
Empiezas a repasar los círculos concéntricos y vuelves al punto donde puedes sostenerte. Encuentras tu equilibrio.

SERENIDAD


Un día mientras caminaba a través de la selva un hombre se topó con un feroz tigre. Corrió pero pronto llegó al borde de un acantilado. Desesperado por salvarse, bajó por una parra y quedó colgando sobre el fatal precipicio. Mientras el estaba ahí colgado, dos ratones aparecieron por un agujero en al acantilado y empezaron a roer la parra. De pronto, vio un racimo de frutillas en la parra. Las arrancó y se las llevó a la boca. ¡Estaban increíblemente deliciosas!

25 de noviembre de 2005

PINZAS



A veces nos parece que nuestra vida pende de un hilo. Suele ser un hilo imaginario. Un hilo mental. Como la ropa prendida con pinzas de una cuerda a merced del viento y la lluvia, así es a veces nuestra vida.
Somos todo lo débiles que la naturaleza nos permite.
El amor nos desequilibra. El dolor nos aterra. La envidia nos corroe. El poder nos corrompe. El miedo nos esconde.
¡Pero sabes qué!, que la debilidad es lo único que nos vuelve fuertes. La caída al vacío nos mantiene en pie. Bajar a los infiernos nos convierte en luchadores. Sufrir dolor nos enseña a soportarlo. ¿Qué clase de bicho es el ser humano?
No puedo creer que la vida sea tan idiota como nacer para encaminarte a morir. Tiene que haber algo más. No hablo de dioses sino de algo que no nos han contado.
Si nos dijeran que la muerte no importa, que lo importante es como vivimos, ¿Por qué nos aterra tanto?
Si fuera que lo importante es saber morir, vivamos como vivamos, ¿Por qué nos aterra tanto?
Y si nos dicen que el destino ya lo ha previsto todo, ¿Por qué nos aterra tanto?
Si fuéramos capaces de soltarnos con nuestras manos las pinzas de la cuerda, bajar a tierra y saltar a la “comba”, o caminar sobre ella cual funambulita.
La vida está ahí, la muerte también, vivir y morir, los dos grandes miedos ya resueltos,…los demás miedos son tan ínfimos.

23 de noviembre de 2005

HISTORIA ZEN


Una vez, iban dos monjes por el bosque, uno joven y otro de más edad.
Al llegar al río se encontraron con una hermosa mujer que no podía cruzar.
El monje mayor, montó a la mujer en sus hombros y cruzaron el río.

Luego de esto los dos monjes prosiguieron su camino.
Ambos permanecían en silencio.
Al llegar al templo, el más joven dice al otro monje:

- Tú bien sabes que se nos está prohibido tocar mujer alguna.
¿Por qué cargaste a aquella en el río?

- Yo dejé a la mujer a la otra orilla del río,
tú todavía cargas con ella.

TRISTEZA




Me gusta sentir lo que siento aunque sea eso que llaman tristeza.
Antonio, un personaje de “El mercader de Venecia” de Shakespeare, decía: “Tengo al mundo por lo que es, Graciano: un escenario donde cada hombre ha de desempeñar un papel, y el mío es triste.”
A lo que Graciano respondió:”Permíteme hacer de gracioso. Con alegría y risa vengan las arrugas de la vejez, y que antes se me caliente el hígado con vino que mi corazón se enfríe con gemidos mortificantes.”
La alegría se disfruta. La tristeza se vive.
Me entristece un bosque quemado. Me entristece una ballena arponeada. Me entristece una carretera llena de coches. Me entristece un niño embobado frente al televisor. Me entristece que alguien duerma en la calle. Me entristece una jeringuilla clavada. Me entristece que los ricos repartan hambre. Me entristecen tantas cosas que he aprendido a dar sentido a la tristeza. Incluso he creado una especie de tristeza alegre, casi una tristeza feliz, una tristeza que no se confronta con la alegría, la complementa.
Si la tristeza te revuelve el estómago, trata de digerirla alegremente. Si es necesario regurgítala, no te la quedes dentro, alégrala.

21 de noviembre de 2005

CARTA (II)


Es asombroso cómo vemos el mundo, el modo en que elegimos vivir sin casi darnos cuenta.
Estoy en el borde de lo que ha sido mi vida de niña bien y sobreprotegida. Me lanzo a un abismo que no sé si tendrá control pero es mucho más auténtico que mis días felices de desconocimiento voluntario.
Ayer, Sebastiá, un profesor de psicología cuya última etapa se ha centrado en el cuidado y estudio de discapacitados profundos, nos decía que cuanto más comprueba la ciencia el alto porcentaje genético que determina el “yo”, más se afianza su fe en la potencialidad de la educación.
Mis días están repletos de personas optimistas que, con sus plenos sentidos al servicio de otros, intentan despertarnos la esperanza y el afán por la lucha diaria.
Realmente la vida es tan apresuradamente impresionante que no merece la pena preocuparse por otra cosa que no sea el presente intenso.
Pero muchas veces tengo miedo y es un temor oscuro y afilado que no sé extraer.
Miedo a equivocarme, a no estar donde debo ni hacer lo que tendría que hacer; miedo a los demás(a veces tan idénticos, otras tan intrusos); miedo a mis limitaciones, a mi humanidad imperfecta; miedo a no encontrarme y desarrollar todo lo que podría haber en mí.
Y el miedo (y quizás no la soledad) es el eterno acompañante de todos.
No echo de menos dolorosamente nada.
El cariño y el amor no se despiden con la distancia. Como persisten tan arraigados como siempre, os siento en mí y no hay espacio para la añoranza dañina.
Me he aleccionado contra la pérdida física.
Llevo mucho tiempo viviendo de lejos afectos muy hondos.
Pierdo así la parte en que puedo demostrároslo pero espero que el tiempo siempre me reserve huecos en los cuales poder hacerlo.
No hay más tiempo ahora para seguir aquí contigo.
No importa, aunque sea muy breve esta carta ya quiere correr a tu mesa sosegada y ser leída por ti.

18 de noviembre de 2005

SUERTE




Soy un tío con suerte. Siempre encuentro lo que busco. La clave es sencilla. Cuando encuentro algo me digo que lo estaba buscando. Así nunca falla. Mi búsqueda es tan intensa y extensa que me paso el tiempo encontrando.
Cuando escudriñas en tu mente, cuando rebuscas en el corazón, cuando te juegas la piel (es un decir), cuando ahondas en tus adentros, qué difícil es no encontrar.
Todo lo que miro, que no es todo lo que veo, me quiere decir algo. Lo miro y lo remiro, lo guardo en la retina y, a veces, cuando llevo mi ojo de repuesto, lo fotografío para volverlo a mirar más tarde por si mi retina tiene altzeimer. Siempre veo cosas nuevas en la imagen y trato de reinterpretar el mensaje: ¿Qué me estará queriendo decir?
Son como los síntomas que el cuerpo usa para decirte que algo te va a pasar. Me encuentro mal –te dices-, ¡y lo que te llegarás a encontrar, so tonto!, si no interpretas bien lo que el cuerpo te intenta decir.
Me he perdido, ¿Qué tendrá que ver esto con la suerte?, tal vez quería decir que buscar cualquier ilusión, cualquier sueño, cualquier cosa, es reconfortante y enriquecedor (incluso más fácil que buscar trabajo o piso). La suerte viene añadida.

LUZ

Como un agujero en un cielo repleto de nubarrones
por donde penetra la luz,
también en la vida cubierta de oscuridades
se abren ventanucos por donde salir.
Todo se repite en la vida,
también la muerte es parte del ciclo.
Si dejáramos “tranquila” a la naturaleza (que es lo que ella quisiera), todo se reorganizaría por sí solo.
Todo gira, da la vuelta, y vuelve a empezar.
Pero no hay paciencia, ni confianza, sólo un poco de esperanza a la que exigimos que nos responda de inmediato. Y eso no puede ser.
La vida, como la naturaleza, tiene su ritmo. Y nosotros no lo respetamos. La queremos como a nosotros nos convenga. Y cuando no es así nos agobiamos, nos ahogamos.
Como dijo un gitano amigo mío:”Las cosas son como son y no como uno quiere que sean.”
No solemos encontrar la salida porque la buscamos de forma equivocada, es más, ni siquiera la buscamos, sólo la pretendemos.
Abre tu ventana, mira al cielo, observa y escucha.

16 de noviembre de 2005

ÁRBOL POETA

DOLOR

El dolor es inversamente proporcional a la capacidad de sufrirlo.
De todos los miedos de esta vida ninguno me es más aterrador que el miedo a sufrir dolor.
Como todo lo neurológico, el dolor tiene sus raíces en la cabeza (no en los pies, lugar más adecuado para las raíces), por tanto puede aumentar, disminuir o desaparecer si el “coco” está bien o mal amueblado.
La capacidad de sufrir, que no es lo mismo que la capacidad de soportar dolor, es uno de los más duros aprendizajes de la vida. Porque de verdad se aprende.
El sufrimiento se puede racionalizar. Simplemente comparándolo ya nos duele menos. Basta con ver una imagen en la tele de uno con la pierna colgando para que a ti se te quite el dolor de la torcedura de tobillo de esta mañana. El dolor de los demás apacigua el nuestro. Es un poco putada. Soy una persona que cree en la Conciencia Colectiva de las mentes pensantes. Cuanto más pensemos en nuestro propio dolor más contribuiremos a reducir el de los demás, parece contradictorio, reducir el dolor ajeno preocupándote de ti mismo, pero es efectivo, mientras estás ocupado en ti dejas de “joder” a los demás, bueno, no es del todo así, lo que quiero decir es que si tienes capacidad para absorber tus propios “males”, estarás más preparado para “entregarte” limpia y sinceramente a los demás. Después, que cada uno “coja” de ti lo que necesite.

ARCO IRIS ABSTRACTO
















Después de unos días grises, aparece el arco iris hecho añicos.

15 de noviembre de 2005

CARTA (I)


Se me siguen escurriendo las horas; debe significar que los días son realmente intensos aunque cada vez hay más horas que me “duelen”, se me hacen más intensas y me cuesta salir de ellas. Son como amenazas de reflexión casi inquisitoria.
El mundo cada vez se me presenta más abominable, inmensamente confuso. Cuanto más conozco la miseria y manipulación que hay, mayor es la impotencia y minúscula concepción que tengo de mí.
Recargo pilas continuamente, no me puedo abatir por lo que hay. Intento vivir en la concentración precisa de mi ahora y la íntima esperanza de un mañana más equilibrado para todos.
Habituada como estaba a centrarme en mis amigas, mis letras y mis cafeterías, al antojo de cualquier apetencia, ahora me cuesta más cumplir con la “obligación” que únicamente yo me impongo y me “perdono”.
Me absorbe este día a día lleno de descubrimiento (que no de conocimientos) porque no es una teoría impensable la que aprendemos, aprendemos como una persona que tuvo fe en sus ideas y apostó por los demás deja su huella para el después, aprendemos a no sentirnos solos y tomar ejemplo de otros como motor de nuestras ganas por hacer.
Estoy demasiado asombrada y muy asustada por la magnitud de mi nuevo mundo.
A veces pienso que me tambaleo; cuando en una esquina más de la costumbre diaria hay un hombre mal vestido, tirado, pidiendo limosna, no sé muy bien en contra de quién se amotina mi interior, si en contra de su rendición, si en contra de mi falta de compasión y mi pasividad, si en contra de la prepotencia del resto de la gente que pasa por su lado...
Me encantaría tener el valor de sentarme unos minutos a su lado y preguntarle por qué. ¿Por qué se hace esto a sí mismo?
¿Porqué no levanta su dignidad de esa esquina sucia y mira de frente a los transeúntes con la firme convicción del valor de su esfuerzo a partir de ese instante?
Pero persisto en mi actitud vergonzosa y paso de largo la consciencia de su presencia mientras tengo la posibilidad de modificar mi elección.
Luego, a solas, tiene voz la imagen de su recuerdo y vuelvo a saber lo mal que he actuado.
A menudo me siento muy cerca de su desgracia; me pregunto cómo puede ser tan fácil estar ahí, al otro lado de la existencia, en la orilla contaminada de la supervivencia adicta.
Mi piso es un lugar de ambiente adolescente y juvenil donde la trascendencia de la vida no profundiza más allá del futuro inmediato de cada uno de nosotros. Es más fácil y menos hiriente vivir así pero también más superficial y vicioso.
Cuanto más lejos estamos del sufrimiento menos nos apetece tenerlo presente.
Bueno, amorcito,... son mis días de comecocos, a ellos te acerca mi carta... es que sólo vivimos una vez y si no lo hacemos fielmente... ¡vaya torpeza y pérdida de tiempo!

RAQUEL


Voy a publicar unas cartas (una semanal) escritas hace unos años por una estudiante a su mejor amigo (eso quiero creer). Están llenas de una calidad humana, un mar de sentimientos y una riqueza literaria que considero justo y necesario que el mundo sepa que hay seres humanos así, únicos e irrepetibles, como todos, pero más únicos e irrepetibles que otros. Actualmente trabaja en una asociación para la ayuda a niños con síndrome x frágil.