28 de noviembre de 2005

FRAGILIDAD




Toda la sencillez de la naturaleza me recuerda la complicidad humana.
Al séptimo día Dios creó al hombre. Podría haber cogido el día libre. ¿A qué empresa pertenecía que trabajaba siete días seguidos?
Quiero imaginar a la naturaleza sin el hombre y mi cerebro se bloquea. Animales a su aire. Selvas impenetrables. Ríos desbocados. Mares llenos de peces. No soy capaz de visualizarlo.
Si el hombre es parte de la cadena evolutiva, no nos queda más remedio que aguantarnos. Nos hemos lucido. Algún manipulador se ha lucido. En el preciso momento en que le tocó “introducirle” un cerebro en su cabeza, la cagó. Lo programó con el culo. Le hizo creer que era más inteligente que los demás seres vivos, incluidos seres inanimados. Le dijo que podía usar la naturaleza a su antojo, que era inagotable. Le dijo también que podía “cargarse” a otros humanos que no fueran de su agrado. Le programó para sentir cosas y llevarlas a cabo sin remordimientos. Le dio permiso para crearse dioses a quienes poderles pedir perdón o echarles la culpa.
En fin, le fallaron los cálculos, le salió un ser humano sencillo, sensible, amoroso, frágil como las hojas en el estanque.

CARTA (III)


La amenaza de creer no es la crítica o la burla de los otros, para mí, el gran riesgo es la locura.
Tiene tanta energía la fe que puede poseer el alma.
Estoy haciendo acrobacias para mantenerme en el hilo colgante de la duda. ¡Qué sinsentido!
Lanzarme hacia uno u otro lado, intentar alcanzar un punto, un cimiento o una estrella... pero tener una trayectoria por la que luchar. ¿Luchar?
La vida sin motivo tiene de apellido expósito.
Se queda huérfana.
Mi meta debería ser humilde o ambiciosa, pero estar presente. A veces, su ausencia es mi verdadera soledad.
Pero las otras veces, su lejanía me concede la libertad del “carpe diem” y entonces llega ella, porque supongo que sabe que a sorbitos pequeños algún día la entenderé.
Hace días que comencé a escribirte y mi vida ya ha girado más revoluciones de las que esperaba y, quizás, pueda soportar.
Alguien me ha vuelto a trastocar las emociones pero, como mis “siempre” de amor, se me resbala del mañana y casi también del ahora.
Siempre lo tengo todo pero mi eternidad con el amor parece reservarme demasiados rostros.
He descubierto que soy más “yos” de los que creo. Me he descubierto en otros gestos, otras risas, otras entregas, otros corajes, otros temores que nacen de mí y que nunca sospeché.
Me alegro de lo que su paso ha dejado en mi vida aunque una estrella del idealismo infantil se ha añadido a las ya apagadas.
¿Qué tengo yo que mi amor ahuyenta?
Quizá las ansias, quizá la idealización atacante, quizá yo...
¡Qué difícil el amor acuariano!, ¿Eh?
No hay remanso para nuestros corazones, amor.
Estamos levitando en la divagación de nuestros sentimientos exploradores.
A veces pienso que ya están en mí y buscan un cuerpo tangible al que apuntar su atención, sobre el que derramar la intensidad de sentir.
He tenido un ángel entre mis brazos y una fe interior(o tal vez femenina) me dice que volverá porque sólo sus ojos me han conquistado el alma.
Nunca antes me miraron desnudamente como él lo ha hecho.
¡Ojalá no sea una simple parada en el camino!
¿Qué quiero?, me pregunto para no enloquecer la brújula de quien soy, y sé que mi respuesta no se ciñe al nombre de un amor-amante. Hay más esperanza, más empuje en mis anhelos todavía borrosos pero existentes.
Las promesas diarias que se arraigan a un largo plazo no están hechas a la medida de mis pies descalzos.
Tengo tallas extrañas para vestir mis deseos.
¡Te voy a volver loco! Mis cartas (las que son tuyas) son las verdaderas testigos de mis demencias secretas.
¡No te asustes de mí!
“NO QUIERO QUE PIENSES.
YO DIGO QUE NO PIENSO EN ELLO.
(CÓMO PODRÍA OLVIDARLO
SIN HABERME MUERTO)”
J. HIERRO

Re-aprendo la básica importancia de sernos enteros mientras perdure la caduca eternidad del ser feliz.
Cada vez que he tenido un labio al que dedicar besos y versos, se me ha volcado todo. Y volveré a derramarme...
Arrepintámonos de lo que no hicimos pues de lo hecho ya obtuvimos la lección o la victoria y fue vencida la duda.

Mil besos para los rincones oscuros de los lienzos que quieren salir de ti.

27 de noviembre de 2005

ENSEÑANZA


“Había una vez en una pecera dos pequeños peces, conversando.
De repente uno de ellos se puso muy triste, y se fue al otro lado de la pecera.
Entre tanto el otro pececito meditaba en silencio, después de un largo rato,
se acercó al que estaba triste y dijo con gran sabiduría:

- No te aflijas, ciertamente dios existe,
recuerda es él quién nos alimenta y nos cambia el agua a diario.”

26 de noviembre de 2005

EQUILIBRIO




“Equilibrio” es una de mis palabras favoritas. Sirve para todo. Hasta para andar por casa. De pequeño la relacionaba con caminar por encima de una delgada pared sin caerme. Cuando me empezó a salir la barba la usaba para saber cuando llevaba una copa de más. Y ahora de mayorcito me sirve para mesurar mi estado de ánimo.
Encontrar el equilibrio de los opuestos, amor y desamor, soledad y compañía, tener y no tener,…, el bien y el mal, el ser y no ser, encontrar la famosa aguja en el pajar.
Tal vez los opuestos no sean tan opuestos. El yin y el yan.
Lo que es arriba es abajo. ¿Y en medio?, cuentos chinos.
En el medio no hay nada, es un punto donde uno no cabe ni se sostiene. Tires para donde tires, decidas lo que decidas, rompes el equilibrio. Pero no es grave.
Al contrario del epicentro de un terremoto, cuanto más te alejas más tiemblas. Formas círculos concéntricos alrededor de tu punto de equilibrio, y contra más te atrevas a alejarte te vuelves más ex_ céntrico (la palabra bien lo define) y aprendes a vivir equilibrando desequilibrios.
Cuando la vida se sitúa más allá del bien y el mal, el ser o no ser es la única cuestión.
Empiezas a repasar los círculos concéntricos y vuelves al punto donde puedes sostenerte. Encuentras tu equilibrio.

SERENIDAD


Un día mientras caminaba a través de la selva un hombre se topó con un feroz tigre. Corrió pero pronto llegó al borde de un acantilado. Desesperado por salvarse, bajó por una parra y quedó colgando sobre el fatal precipicio. Mientras el estaba ahí colgado, dos ratones aparecieron por un agujero en al acantilado y empezaron a roer la parra. De pronto, vio un racimo de frutillas en la parra. Las arrancó y se las llevó a la boca. ¡Estaban increíblemente deliciosas!

25 de noviembre de 2005

PINZAS



A veces nos parece que nuestra vida pende de un hilo. Suele ser un hilo imaginario. Un hilo mental. Como la ropa prendida con pinzas de una cuerda a merced del viento y la lluvia, así es a veces nuestra vida.
Somos todo lo débiles que la naturaleza nos permite.
El amor nos desequilibra. El dolor nos aterra. La envidia nos corroe. El poder nos corrompe. El miedo nos esconde.
¡Pero sabes qué!, que la debilidad es lo único que nos vuelve fuertes. La caída al vacío nos mantiene en pie. Bajar a los infiernos nos convierte en luchadores. Sufrir dolor nos enseña a soportarlo. ¿Qué clase de bicho es el ser humano?
No puedo creer que la vida sea tan idiota como nacer para encaminarte a morir. Tiene que haber algo más. No hablo de dioses sino de algo que no nos han contado.
Si nos dijeran que la muerte no importa, que lo importante es como vivimos, ¿Por qué nos aterra tanto?
Si fuera que lo importante es saber morir, vivamos como vivamos, ¿Por qué nos aterra tanto?
Y si nos dicen que el destino ya lo ha previsto todo, ¿Por qué nos aterra tanto?
Si fuéramos capaces de soltarnos con nuestras manos las pinzas de la cuerda, bajar a tierra y saltar a la “comba”, o caminar sobre ella cual funambulita.
La vida está ahí, la muerte también, vivir y morir, los dos grandes miedos ya resueltos,…los demás miedos son tan ínfimos.

23 de noviembre de 2005

HISTORIA ZEN


Una vez, iban dos monjes por el bosque, uno joven y otro de más edad.
Al llegar al río se encontraron con una hermosa mujer que no podía cruzar.
El monje mayor, montó a la mujer en sus hombros y cruzaron el río.

Luego de esto los dos monjes prosiguieron su camino.
Ambos permanecían en silencio.
Al llegar al templo, el más joven dice al otro monje:

- Tú bien sabes que se nos está prohibido tocar mujer alguna.
¿Por qué cargaste a aquella en el río?

- Yo dejé a la mujer a la otra orilla del río,
tú todavía cargas con ella.

TRISTEZA




Me gusta sentir lo que siento aunque sea eso que llaman tristeza.
Antonio, un personaje de “El mercader de Venecia” de Shakespeare, decía: “Tengo al mundo por lo que es, Graciano: un escenario donde cada hombre ha de desempeñar un papel, y el mío es triste.”
A lo que Graciano respondió:”Permíteme hacer de gracioso. Con alegría y risa vengan las arrugas de la vejez, y que antes se me caliente el hígado con vino que mi corazón se enfríe con gemidos mortificantes.”
La alegría se disfruta. La tristeza se vive.
Me entristece un bosque quemado. Me entristece una ballena arponeada. Me entristece una carretera llena de coches. Me entristece un niño embobado frente al televisor. Me entristece que alguien duerma en la calle. Me entristece una jeringuilla clavada. Me entristece que los ricos repartan hambre. Me entristecen tantas cosas que he aprendido a dar sentido a la tristeza. Incluso he creado una especie de tristeza alegre, casi una tristeza feliz, una tristeza que no se confronta con la alegría, la complementa.
Si la tristeza te revuelve el estómago, trata de digerirla alegremente. Si es necesario regurgítala, no te la quedes dentro, alégrala.

21 de noviembre de 2005

CARTA (II)


Es asombroso cómo vemos el mundo, el modo en que elegimos vivir sin casi darnos cuenta.
Estoy en el borde de lo que ha sido mi vida de niña bien y sobreprotegida. Me lanzo a un abismo que no sé si tendrá control pero es mucho más auténtico que mis días felices de desconocimiento voluntario.
Ayer, Sebastiá, un profesor de psicología cuya última etapa se ha centrado en el cuidado y estudio de discapacitados profundos, nos decía que cuanto más comprueba la ciencia el alto porcentaje genético que determina el “yo”, más se afianza su fe en la potencialidad de la educación.
Mis días están repletos de personas optimistas que, con sus plenos sentidos al servicio de otros, intentan despertarnos la esperanza y el afán por la lucha diaria.
Realmente la vida es tan apresuradamente impresionante que no merece la pena preocuparse por otra cosa que no sea el presente intenso.
Pero muchas veces tengo miedo y es un temor oscuro y afilado que no sé extraer.
Miedo a equivocarme, a no estar donde debo ni hacer lo que tendría que hacer; miedo a los demás(a veces tan idénticos, otras tan intrusos); miedo a mis limitaciones, a mi humanidad imperfecta; miedo a no encontrarme y desarrollar todo lo que podría haber en mí.
Y el miedo (y quizás no la soledad) es el eterno acompañante de todos.
No echo de menos dolorosamente nada.
El cariño y el amor no se despiden con la distancia. Como persisten tan arraigados como siempre, os siento en mí y no hay espacio para la añoranza dañina.
Me he aleccionado contra la pérdida física.
Llevo mucho tiempo viviendo de lejos afectos muy hondos.
Pierdo así la parte en que puedo demostrároslo pero espero que el tiempo siempre me reserve huecos en los cuales poder hacerlo.
No hay más tiempo ahora para seguir aquí contigo.
No importa, aunque sea muy breve esta carta ya quiere correr a tu mesa sosegada y ser leída por ti.

18 de noviembre de 2005

SUERTE




Soy un tío con suerte. Siempre encuentro lo que busco. La clave es sencilla. Cuando encuentro algo me digo que lo estaba buscando. Así nunca falla. Mi búsqueda es tan intensa y extensa que me paso el tiempo encontrando.
Cuando escudriñas en tu mente, cuando rebuscas en el corazón, cuando te juegas la piel (es un decir), cuando ahondas en tus adentros, qué difícil es no encontrar.
Todo lo que miro, que no es todo lo que veo, me quiere decir algo. Lo miro y lo remiro, lo guardo en la retina y, a veces, cuando llevo mi ojo de repuesto, lo fotografío para volverlo a mirar más tarde por si mi retina tiene altzeimer. Siempre veo cosas nuevas en la imagen y trato de reinterpretar el mensaje: ¿Qué me estará queriendo decir?
Son como los síntomas que el cuerpo usa para decirte que algo te va a pasar. Me encuentro mal –te dices-, ¡y lo que te llegarás a encontrar, so tonto!, si no interpretas bien lo que el cuerpo te intenta decir.
Me he perdido, ¿Qué tendrá que ver esto con la suerte?, tal vez quería decir que buscar cualquier ilusión, cualquier sueño, cualquier cosa, es reconfortante y enriquecedor (incluso más fácil que buscar trabajo o piso). La suerte viene añadida.

LUZ

Como un agujero en un cielo repleto de nubarrones
por donde penetra la luz,
también en la vida cubierta de oscuridades
se abren ventanucos por donde salir.
Todo se repite en la vida,
también la muerte es parte del ciclo.
Si dejáramos “tranquila” a la naturaleza (que es lo que ella quisiera), todo se reorganizaría por sí solo.
Todo gira, da la vuelta, y vuelve a empezar.
Pero no hay paciencia, ni confianza, sólo un poco de esperanza a la que exigimos que nos responda de inmediato. Y eso no puede ser.
La vida, como la naturaleza, tiene su ritmo. Y nosotros no lo respetamos. La queremos como a nosotros nos convenga. Y cuando no es así nos agobiamos, nos ahogamos.
Como dijo un gitano amigo mío:”Las cosas son como son y no como uno quiere que sean.”
No solemos encontrar la salida porque la buscamos de forma equivocada, es más, ni siquiera la buscamos, sólo la pretendemos.
Abre tu ventana, mira al cielo, observa y escucha.

16 de noviembre de 2005

ÁRBOL POETA

DOLOR

El dolor es inversamente proporcional a la capacidad de sufrirlo.
De todos los miedos de esta vida ninguno me es más aterrador que el miedo a sufrir dolor.
Como todo lo neurológico, el dolor tiene sus raíces en la cabeza (no en los pies, lugar más adecuado para las raíces), por tanto puede aumentar, disminuir o desaparecer si el “coco” está bien o mal amueblado.
La capacidad de sufrir, que no es lo mismo que la capacidad de soportar dolor, es uno de los más duros aprendizajes de la vida. Porque de verdad se aprende.
El sufrimiento se puede racionalizar. Simplemente comparándolo ya nos duele menos. Basta con ver una imagen en la tele de uno con la pierna colgando para que a ti se te quite el dolor de la torcedura de tobillo de esta mañana. El dolor de los demás apacigua el nuestro. Es un poco putada. Soy una persona que cree en la Conciencia Colectiva de las mentes pensantes. Cuanto más pensemos en nuestro propio dolor más contribuiremos a reducir el de los demás, parece contradictorio, reducir el dolor ajeno preocupándote de ti mismo, pero es efectivo, mientras estás ocupado en ti dejas de “joder” a los demás, bueno, no es del todo así, lo que quiero decir es que si tienes capacidad para absorber tus propios “males”, estarás más preparado para “entregarte” limpia y sinceramente a los demás. Después, que cada uno “coja” de ti lo que necesite.

ARCO IRIS ABSTRACTO
















Después de unos días grises, aparece el arco iris hecho añicos.

15 de noviembre de 2005

CARTA (I)


Se me siguen escurriendo las horas; debe significar que los días son realmente intensos aunque cada vez hay más horas que me “duelen”, se me hacen más intensas y me cuesta salir de ellas. Son como amenazas de reflexión casi inquisitoria.
El mundo cada vez se me presenta más abominable, inmensamente confuso. Cuanto más conozco la miseria y manipulación que hay, mayor es la impotencia y minúscula concepción que tengo de mí.
Recargo pilas continuamente, no me puedo abatir por lo que hay. Intento vivir en la concentración precisa de mi ahora y la íntima esperanza de un mañana más equilibrado para todos.
Habituada como estaba a centrarme en mis amigas, mis letras y mis cafeterías, al antojo de cualquier apetencia, ahora me cuesta más cumplir con la “obligación” que únicamente yo me impongo y me “perdono”.
Me absorbe este día a día lleno de descubrimiento (que no de conocimientos) porque no es una teoría impensable la que aprendemos, aprendemos como una persona que tuvo fe en sus ideas y apostó por los demás deja su huella para el después, aprendemos a no sentirnos solos y tomar ejemplo de otros como motor de nuestras ganas por hacer.
Estoy demasiado asombrada y muy asustada por la magnitud de mi nuevo mundo.
A veces pienso que me tambaleo; cuando en una esquina más de la costumbre diaria hay un hombre mal vestido, tirado, pidiendo limosna, no sé muy bien en contra de quién se amotina mi interior, si en contra de su rendición, si en contra de mi falta de compasión y mi pasividad, si en contra de la prepotencia del resto de la gente que pasa por su lado...
Me encantaría tener el valor de sentarme unos minutos a su lado y preguntarle por qué. ¿Por qué se hace esto a sí mismo?
¿Porqué no levanta su dignidad de esa esquina sucia y mira de frente a los transeúntes con la firme convicción del valor de su esfuerzo a partir de ese instante?
Pero persisto en mi actitud vergonzosa y paso de largo la consciencia de su presencia mientras tengo la posibilidad de modificar mi elección.
Luego, a solas, tiene voz la imagen de su recuerdo y vuelvo a saber lo mal que he actuado.
A menudo me siento muy cerca de su desgracia; me pregunto cómo puede ser tan fácil estar ahí, al otro lado de la existencia, en la orilla contaminada de la supervivencia adicta.
Mi piso es un lugar de ambiente adolescente y juvenil donde la trascendencia de la vida no profundiza más allá del futuro inmediato de cada uno de nosotros. Es más fácil y menos hiriente vivir así pero también más superficial y vicioso.
Cuanto más lejos estamos del sufrimiento menos nos apetece tenerlo presente.
Bueno, amorcito,... son mis días de comecocos, a ellos te acerca mi carta... es que sólo vivimos una vez y si no lo hacemos fielmente... ¡vaya torpeza y pérdida de tiempo!

RAQUEL


Voy a publicar unas cartas (una semanal) escritas hace unos años por una estudiante a su mejor amigo (eso quiero creer). Están llenas de una calidad humana, un mar de sentimientos y una riqueza literaria que considero justo y necesario que el mundo sepa que hay seres humanos así, únicos e irrepetibles, como todos, pero más únicos e irrepetibles que otros. Actualmente trabaja en una asociación para la ayuda a niños con síndrome x frágil.

ILUSIÓN


Te costó decirme que amabas a otro,
fuiste tan delicada
que casi creí
que me amabas a mí.

14 de noviembre de 2005

VIDA GRIS






Me encuentro en el mirador de La Torre mirando al mar
como si mirara la nada, donde el horizonte es del mismo
color del mar.
Todavía me pregunto si es verdad que la tierra es redonda,
me costaría creerlo si no fuera porque una vez di la vuelta
al mundo volando doce días con cinco paradas: Katmandú,
Hong Kong, Sydney, Hawai y San Francisco, y me volví a encontrar en Ibiza.
Si no hubiera sido redonda, a donde coño habría ido a parar.
Vengo a este lugar cuando llueve a esperar que acabe de llover.
Con suerte y con ayuda de los dioses de la naturaleza aparece el arco iris ( Arc de Sant Martí en ibicenco), precioso espectáculo de ver la nada convertida en una puerta de colores por donde puedes entrar y viajar donde te plazca. Un día lo atravesé y fui a parar a un lugar que no se llamaba País, ni Estado, ni siquiera se llamaba Ciudad, donde la gente sólo era gente, sin documentos ni pasaporte, con nombres de colores como la piel que orgullosamente lucían.
Hoy no apareció el arco iris, el día está inmensamente gris, como el mundo real.

12 de noviembre de 2005

ÁFRICA NO QUIERE LIMOSNAS




Mirando un óleo de Julia de colores intensos de tierras me acuerdo de África, de hecho nunca la olvido.
¡Cuánto le debe el mundo a África y que mal le está pagando!
África, el África negra, la subsahariana, la ecuatorial, la esquilmada, la que decía “si bwana”, la que abastecía de esclavos al mundo civilizado, en la que los ricos cazaban por pieles, marfil o placer, la que “cubría” los delicados cuellos femeninos de “queridas” con diamantes y esmeraldas, la que decoraba con caobas y ébanos los salones nobles, esa África abandonada ahora a su suerte, exige. Ahora que hay menos madera, menos minerales, menos animales, y lo que queda tiene dueño blanco o multinacional civilizada, exige compensaciones.
La usan como banco de pruebas de la industria médica, química, tabacalera, armamentística, etc, pero ningún país se atreve a crear un banco de pruebas de dignidad.
África no pide limosna, pide respeto y dignidad. Pide ayudas no humillantes, ayudas sin devolución ya que ellos no piden que se les devuelva lo que se les robó durante siglos. No quieren nuestras leyes, nuestros códigos, nuestras normas,… ni nuestro dinero.
Quieren recuperar sus tierras, quieren que su gente no tenga que “huir” a la panacea de Europa, quieren acuerdos justos para recuperar su economía, quieren recuperar su memoria y su historia, os regalan las pieles, el marfil, los diamantes, el ébano que os llevasteis, pero devolverles sus costumbres, sus dioses, sus reglas, sus ríos, su mar para pescar, sus tierras para sembrar,…su petróleo, su uranio, sus recursos quieren gestionarlos ellos.

11 de noviembre de 2005

DE JULIA (para mí)

A JULIA (de mí)

Buscaba la mano
que encontró la textura
del color de la tierra
que las manos escarban
y encontré el alma
que buscaba la tierra
para escarbar la textura
del color que las manos
andaban buscando.

Nov, 2003
Juan Pérez

10 de noviembre de 2005

CEGUERA HUMANA




¡Cuánta luz si no miras con los ojos!
Me viene a la mente la ceguera de los hombres
que no ven de ojos adentro,
esos que no creen en espíritus ni espejismos.
La luz se ha ido, la de bombilla,
ahora veo la luz clara de la luna,
ahora entiendo algo más a los ciegos
a pesar de su permanente sino
de no saber cómo es ver.
Ellos ven más allá de los ojos.
Ahora comprendo la sabiduría de la naturaleza
y la locura de los hombres por vencerla.
Cuando no haya luz de ojos, serénate,
aparecerá alguna otra luz.

Juan Pérez Escribano

9 de noviembre de 2005

BÚSQUEDA




Te hacen nacer para vivir.
Mientras vas viviendo vas buscando.
La búsqueda resulta una continua
huida no sabes a donde,
y cada donde que encuentras
no sabes muy bien para que sirve,
y al encontrarle alguna razón
sólo te sirve a ti mismo.




Por tanto, ¿Para qué buscar
si todo está en nosotros y no
podemos huirnos?
¡No será mejor encontrarnos
lo antes posible ¡



Vivimos pendientes de un remoto pasado que ignoramos
y de un futuro lejano que nos angustia.

MUNDOS INCOMPATIBLES

Vivo a caballo entre dos mundos que pienso incompatibles pero irremediablemente mezclados. Los dos enemigos a muerte y los dos con capacidad para matar. Uno lo hace destruyendo para conseguir poder y el otro se destruye a sí mismo de impotencia, desesperación, tristeza, dolor, incomprensión, incluso de amor.
El uno juega siempre a favor del tiempo, no tiene prisa. Al otro el tiempo se
le acaba, se va reduciendo, agotando.
El uno destruye y mata pacientemente: legislando, ordenando, contaminando, prostituyendo, arrasando,...
El otro replanta, revive, lucha sin pausa intentando salvar lo posible y guardando para sí momentos de ilusión, esperanza, paz,...
El uno te ofrece “sinsentido”, locura, desesperación, injusticia, envidia, crueldad, miseria,...
El otro, algunas razones para dar sentido a la vida.
¿Cómo diferenciar, separar, elegir, convivir, estos dos mundos?
En uno Dios a dejado de existir, de lo contrario no lo permitiría.
En el otro cada uno se inventa su dios particular al que recurre cuando no
comprende el dolor. ¿Porqué a mí?, ¿Qué he hecho mal?, y el único sentido
que encuentras al dolor es aceptarlo como parte de la vida, sin saber porque y solo teniendo a la muerte como inevitable aunque también nos duela porque no hemos aprendido a vivirla.
Vamos viviendo sin dirigirnos a la muerte que seria lo más sensato porque
es la única verdad que conocemos, en cambio nos esforzamos en sobrevivir aunque sea a costa de que mueran antes los demás: guerras y hambre, riqueza y miseria, lo uno alimenta a lo otro.
¿Porque dos mundos en uno?
¿Que lugar ocupa el amor en toda su extensión?
Amor a lo que uno hace, a lo que uno es, a lo que uno da, a lo que uno recibe. Amor a lo que nos rodea sin pedir más, sin arrebatárselo a otro, sin pisar a nadie.
Me pregunto si es utopía, si sirve para algo el esfuerzo.
¿Que fuerza da regar una flor si talan el Amazonas?
Cuidas un perro y acaban con las ballenas.
Limpias la playa y contaminan todo el mar.
Te tumbas al sol y el agujero de ozono quema tu piel.
Se vive en ciudades irrespirables, intransitables, inhumanas. ¿Pesimista?, ¿Derrotista?,...
¿Será mejor estar ciego, sordo, mudo, sin tacto, ni olor ni sabor?
¿En que mierda estamos convirtiendo a este mundo?
Estoy escuchando a Serrat, “de vez en cuando la vida toma conmigo café“, solo nos queda vivir la vida intensamente, sintiéndola profundamente, con rabia y dulzura a la vez, con fuerza y ternura, con sonrisa y llanto. Vivir convencido de lo que haces y del mundo en que vives, no te conformes con menos.

8 de noviembre de 2005

PAZ EN CALA D´HORT (VII)


Acabando agosto, mes prohibido,
retorno a mi redonda pequeña mesa
sobre la arena de cala d´hort.
El sol abrasa menos
pero la falta de lluvia
multiplica su calor.
No busco la paz hoy,
la he traido yo,
solo que aquí nada ni nadie te la roba.
Ni voces para llamar al camarero,
viene cuando lo cree conveniente.
Mis amigas lagartijas duermen,
también sufren la sequía,
nos falta la tormenta de finales de agosto,
este año no ha cumplido.
En fin, la mente bajo mínimos,
nada la perturba,
nada la inquieta,
nada la preocupa,
está ocupada en abandonarse.

Agosto,2005

PAZ EN CALA D´HORT (VI)


Creer en la gente para poder confiar en ella
y esperar una respuesta que nos satisfaga.
¡En qué cabeza cabe!
Es un lenguaje tan ambiguo que sirve para cualquier fin.
Un dictador cree en su gente,
confía en que le sigan ciegamente
y espera que luchen y mueran por su idea.
Un banquero cree en sus clientes,
confía en que le depositen sus bienes
y espera que nunca le abandonen.
Un político cree en sus votantes,
confía en que le sigan
y espera que no cambien de partido.
¿Para qué o porqué tengo que creer yo en la gente?
¿Para confiar en que no me hagan daño?
¿Para esperar que sus ideas sean como las mías?
¿Para que juntos hagamos un mundo mejor?
¿Mejor para quién?
Hoy tampoco es mi día.

JULIO,2005

PAZ EN CALA D´HORT (V)


Hoy, a pesar del entorno,
de la misma paz exterior,
no tengo paz interior,
no toda la que suele habitar en mí.
Es uno de esos días
en los que no creo en la raza humana,
la decepción supera en mucho a la acostumbrada confianza.
Hoy yo también globalizo,
la gente no cumple su palabra,
la gente es envidiosa,
la gente es rencorosa,
incluso la gente es maliciosa.
Todo en el mismo paquete,
todo lo innato,
todo lo natural,
toda la potencia del ser,
hoy me duele especialmente.
El lado bueno de la maldad
hoy ni siquiera lo tiene.
A pesar de Es Vedrá majestuoso,
el mar hoy esmeralda,
lagartijas cerca de mis pies,
gentes tranquilas en otras mesas,
así y todo, hoy no es mi día.

Julio,2005

PAZ EN CALA D´HORT (IV)


La misma mesa
en el mismo lugar,
la misma paz
en diferente día.
Cuando el derecho se convierte en lujo
llega a doler.
¿Porqué yo, aquí, y no otros?
La paz la busco,
la armonía la busco,
la complicada sencillez la busco.
El amor lo pretendo,
me viene de raras formas,
en colores de flores,
en atardeceres rojos,
en vasos de vino,
en miradas cómplices,
en sonrisas de niños,
y a veces, las menos, en forma de mujer,
y pocas veces ellas llegan a saberlo.
Me guardo la posibilidad
de una siguiente ocasión.
Si vuelvo a encontrarla, a la ocasión y a la mujer,
será la señal inequívoca.
Pero nunca se repiten las mismas miradas,
casi nunca se presenta lo que no intentaste coger una vez.
Tal vez el amor sea solo una posibilidad
que empieza a desvanecerse cuando se vuelve accesible.
Es como ese rayo verde que nadie ve en el horizonte
tras esconderse el sol,
te predispones, lo esperas, te parece verlo pero no estás seguro,
y vuelves a intentarlo una próxima vez.

JULIO,2005

PAZ EN CALA D´HORT (III)


Hablar por hablar,
vacío respeto al interminable lenguaje
de los silencios.
Decir por decir,
absurdo derroche de sonidos sin destino
que se pierden en algún lugar del espacio
dañando la pureza de las ideas que fluyen.

Callaros y escuchad.

Junio,2005

PAZ EN CALA D´HORT (II)


La consecución de la Paz
es tan absolutamente utópica
como la pretensión
de la minúscula paz interior
de cada uno de los componentes
de la no menos utópica conciencia colectiva
que pretende alcanzarla.

No hay Paz Colectiva de los pueblos
sin paz interior de sus pobladores.

Junio 2005

PAZ EN CALA D´HORT (I)





La paz de estar en paz uno mismo
un momento
eternamente corto
es absolutamente esencial
para la otra paz en guerra
largamente eterna
de uno contra otro
absolutamente inútil
para la paz de uno mismo.

Juan Perez,junio 2005

7 de noviembre de 2005

ÁRBOL POETA

CONTRADICCIONES

Me he encontrado con árboles pintados
de vivísimos colores, verdes, amarillos, azules, rojos,…
y he pensado en mi vida de contradicciones.
Esas pinturas dan vida a una corteza gris
de un árbol sin hojas aparentemente muerto,
pero a la vez manchan el espíritu de un ser
que aún muerto se agarra a la tierra con sus raíces,
así mi vida se aferra a su espíritu
sin importarle las ropas que cubren su cuerpo.
El árbol estaba bien como estaba antes, gris.
El árbol está bien como está ahora, de colores.
Las cosas están bien cuando bien te parecen.
Me gusta una pared vacía y limpia, infinita y misteriosa.
Me gusta una pared llenita de imágenes y símbolos, concreta y dialogante.
Me gustan los sonidos de la música que llegan a mi alma.
Me gusta el absoluto silencio sólo roto por sonidos de la orquesta naturaleza.
Tal vez no sean contradicciones,
me gusta todo lo que me gusta.
Octubre