Aprovechando que está de moda decorar monumentos, el lunes pasado en Santa Gertrudis nos topamos, por casualidad, con el primer obispo de Ibiza (1783-1787), monseñor Manuel Abad y Lasierra, que estaba sentado al fresco fumándose un canuto tranquilamente y con un filtro solar de naranja para no dañar su vista ante el solecito que tomaba. Jorge hizo de dios y me miró a través de la cruz acusándome del sacrilegio, ..., pero yo no fuí, lo prometo.
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1 comentario:
¿monseñor jorge??
me niego.
a la hoguera.
yo de ti me cubriria las espaldas, con la iglesia hemos topado! (o con hormigo, jeje)
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