Hace unos meses nos dejó Toni, esta noche se ha ido Juan
Miguel, mi cuñado. Les capté en esta fotografía días antes de la muerte de
Toni. Su mirada cómplice de resignación delataba su final. Los dos eran pura
energía e inquietud, los dos querían vivir más allá de su destino, y ninguno de
los dos merecía este final. Si en la vida hay un juez, se equivocó. Y si cada
uno es juez de sí mismo, cometieron un error. Las personas buenas deben vivir
lo suficiente como para que se les reconozca su bondad y se les devuelva parte
de lo que ellos han dado. Pero a algunos les bastó con entregar intensamente su
vida y desaparecer en silencio sin esperar nada a cambio.
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3 comentarios:
Nadie se muere mientras se le recuerde.
Siguirán igual de vivos en nuestras memorias en nuestras conversaciones. Recordaremos sus consejos, sus gustos sus fobias.
En cada situación pensaremos lo que hubieran hecho ellos.
Ojala seamos merecedores de ser recordadados por nuestra bondad, como tu lo haces con Toni y Juan Miguel.
Un fuerte abrazo para ti y tu familia.
Beni
Gracias Beni, un beso para todos.
Mucho ánimo , besos
M.
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