Cinco horas en Formentera me dieron para mucho, es curioso como mucha gente (casi siempre los que están de vacaciones) se dedican a hacer totems con residuos que el mar deja en la playa, o a amontonar piedras como símbolos de no se qué, o a dejar rastros de que estuvieron allí, como si la belleza del lugar no tuviera suficiente en ser como es, bueno, dicen que cuando el demonio no tiene nada que hacer..., y es que estar tumbado al sol sin hacer nada se les hace durísimo a estos urbanitas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
¡QUÉ OBSERVACIÓN MÁS ACERTADA! Imagínate vivir 11 meses aceleradísimos y pretender ser yoguis en 15 días...¡ojalá lo lográramos todos! porque eso significaría que los otros 11 meses también somos capaces de encontrar remanso interior entre tanta agitación...UN BESITO
Publicar un comentario