Antes de fin de año, Lina y yo dimos un paseo por el P.N. de Ses Salines, la pedregosa playa estaba solitaria por el fuerte viento, era como estar en un paraiso.
Estos puentes a la manera de muelles son las puertas de entrada del agua salada a los estanques del parque para posteriormente pasar a los definitivos estanques para su cristalización y convertirla en la preciada sal.
1 comentario:
¡Qué envidia me dais!
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