Gracias a las técnicas de estudio del polen (Palinología)
que se halla en el subsuelo, unos investigadores realizaron hace unos años el
primer mapa más o menos completo de la evolución vegetal pitiusa.
Si alguien hubiera llegado a Ibiza hace 8000 años se hubiera
encontrado con un paisaje muy húmedo recorrido por caudalosos torrentes
causados por la abundante lluvia y unos bosques que además de pinares abundaban
otras especies como el roble, el avellano, el aliso, la encina.
Desde hace 4000 años las especies empezaron a menguar a
causa de la falta de agua, a excepción del pino y la sabina.
Los análisis muestran que en el siglo XIII se produjo un cambio paisajístico importante,
los pinos sufren un importante descenso debido a las talas masivas efectuadas
por los nuevos pobladores después de la conquista catalana para uso de sus
actividades domésticas (construcción, calefacción, cocinar, etc) y también para
ampliar el terreno de siembra y pastos para el ganado, durante varios siglos.
Ya en tiempos relativamente modernos los pinos volverían a
recuperar el terreno perdido hasta nuestros frondosos bosques actuales.
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