30 de junio de 2009

PUESTA EN SES MARGALIDES




Mientras el gigante de piedra vigilaba que el sol cumpliera su cometido, Lina y yo, también de piedra, perdíamos la vista en el horizonte mientras comíamos fresas y bebíamos cava como si fuéramos unos condenados a muerte que han pedido su último deseo.

2 comentarios:

lina dijo...

jaja que dramatico juan.

si fuera mi ultimo deseo no se si seria precisamente ser de piedra y beber champagne :-) (bueno, lo de la bebida puede, pero lo otro...)

pintado asi, parece que fue un velatario, tan mal te lo pasaste?

saludos.

y no dices nada de lo buena que fue la tortilla de patatas?

Vicente B dijo...

condenados a muerte??? lo que erais unos privilegiados.... la proxima vez a ver si invatais a los pobres....!!!!