20 de junio de 2009

VICENTE FERRER


Es triste que desaparezcan hombres así, pero también tienen derecho a descansar. Toda una vida entregada a que los más enfermos miserables de las castas intocables de la India tuvieran al menos un techo y un plato de comida. Después vendrían los hospitales, escuelas, viviendas, infraestructuras de saneamiento y agua potable, regadío, y cientos de proyectos más. Tuve la suerte de conocerlo y hablar unas horas con él en Anantapur hace ya cinco años cuando fuí a conocer a Soniya, la niña que apadrino y que ya es toda una mujercita como veis en la última foto que he recibido. Gracias Vicente, espero que tu mujer y tu hijo continúen tu labor.

1 comentario:

Josetxo de Alza dijo...

Gracias por el recordatorio, Juan, Y por todo lo demás. Quedamos en deuda con una naturaleza como la de Vicente. Un abrazo. Josetxo