27 de octubre de 2009

RESTOS DE ALAMBRADA







Cuando me topo con estas paredes alambradas, me descompongo en dos personalidades antagónicas, una critica la fealdad de la acción de convertir en prisión al campo, y la otra disfruta de la belleza estética del hierro oxidado retorcido naciendo de entre el musgo de la pared.

1 comentario:

MeTis dijo...

no veo ningun problema con la simbiosis. Mientras no salgan caracoles mutantes...