27 de febrero de 2006

CHINA




En 1994 todavía China no entraba en los circuitos turísticos de los españoles, fui en un viaje muy corto, únicamente una semana, fue una invitación por mi trabajo de agente de viajes. Todavía no estaban demasiado europeizados y en la calle prácticamente nadie hablaba inglés, se limitaba a los hoteles y buenos restaurantes.
La impresión fue buena aunque desgraciadamente sólo era recíproco porque ven en el turista un dólar dibujado en la cara, pero eso pasa en todo oriente. A cambio tienen mucho que ofrecer. Sólo visité Beijing y Shangai. La Gran Muralla impresiona, el Palacio Imperial y el Templo del Cielo son fantásticos, y la Plaza de Tiananmen todavía estaba presidida por un gigante cuadro de Mao.

26 de febrero de 2006

CARTA XVI


Las horas me van descontando sonrisas....Vivo esperando....Estoy perdiéndome el gozo del instante....No he aprendido a ser independiente de quien me roba día a día el corazón....Creo que a medida que se me descuentan momentos vitales, se fortalecen las ganas de quedarme con una parte de corazón.
Me da pena vivir recatándome las ganas de conocerme en otro ser, en quien he elegido.
Me he visto reflejada en las baldosas de este piso con el miedo de desmedir mis emociones y darles forma amante a destiempo....Qué vergüenza siento ahora, al pensar cómo he sentido....El amor no debe estar jamás asustado. Si tiembla, que sea por el placer inmedible que produce en los límites desbocados del cuerpo. Otro temblor es desatino imperdonable.
No me asusta no saber dónde ir. Sé dónde no volver, si me marcho de aquí, y es un gran triunfo para la continua duda en que trasciende nuestra existencia.
El verdadero pánico latente se encuentra en un rincón más laberíntico del corazón, perder nuevamente una ilusión, una burbuja, un valor derrocado, unos ojos que confundí con los gemelos a mí, un alma que no me ha dado su bienvenida.
Sigo sentada en unas horas que debilitan sus motivos a medida que se acumulan...
Ojalá Luis pensara más en sí mismo, ojalá pensara más en mí....Está obstinado en su lucha y así lo admiro....Cuando descansa, cuando el agotamiento le convence, sólo le quedan esconces para seguir pensando en su deber; no hay un huequito para mirarnos hasta que no amenaza mi alegría con desfallecer.
Conmigo incluye los deberes del día, de la semana,...No me ve. Se le olvida sentir sin demora ni trabas.
Creía que valía la pena estar aquí. Todavía tengo fe.
Debería marcharme ya, antes de que no pueda llevarme ningún equipaje.
Aún no he pensado en la última nota necesaria... o en la necesidad de que no queden letras...
Quisiera correr hacia mis sueños.
Qué fácil es engañarme. Utilizó mis cuentos infantiles para disfrazarse de héroe.
Definitivamente mi rescate es asunto mío. No hay príncipes no machistas, ni sapos convertibles, no hay princesas socorridas, ni castillos que construir. Ha dimitido mi confianza. Se ha ido secretamente, sin nota, ni exigencia de último pago.
Ya no tiene el mismo rostro. Hay en él un desconocido gesto agresor que me desalienta.
El desamor se sentencia con la ignorancia. No puede serme indiferente. Aún le quiero demasiado, pero este sentimiento está de más si no me corresponde y responde a lo que yo deseo.
Quizá exija lo inexistente. Seguiré haciéndolo hasta que sometan mi privilegio de soñar...Mientras tanto, bien acogidas serán las lágrimas y las rupturas porque serán pruebas de la búsqueda insaciable.

25 de febrero de 2006

NACIONALISMOS


Cogerle cariño a la tierra que pisas es bonito y te ayuda a cuidarla y defenderla, pero considerar a esa tierra como propiedad en exclusiva es fuente de conflictos.
Recuerdo una película del Oeste Americano en la que una carrera desenfrenada y competitiva de colonos con sus carretas debían llegar a unas tierras que el gobierno concedería a los primeros en llegar y clavaran en el suelo su “bandera” que les acreditaría como propietarios de ese terreno. Eso me parece hasta justo, esos vaqueros, granjeros, o buscadores de oro, no pretendían especular y revender, eran gentes sin techo que se vieron obligados a empezar su vida en otro lugar.
Pero la historia está llena de hechos dispares, conquistas, invasiones, civilizaciones destruidas, pueblos masacrados, ciudades enterradas, y la memoria histórica se remonta adonde cada uno la quiere situar, intereses conjuntos de personas que mienten colectivamente sobre su pasado. Sino mienten disfrazan la realidad.
Si retrocediéramos lo suficiente encontraríamos la tierra vacía, de nadie.
Se me dirá que una nación la forman siglos de convivencia con una cultura arraigada y una forma de ser y sentir que le ha dado una identidad específica, y eso les hace ser dueños de su tierra. Pues vale. Pero si enarbolar una bandera es menospreciar a otras gentes y culturas, es tratar de cerrar las puertas a otros pensamientos, es tratar de impedir que los colores de la piel se mezclen, es no querer entender a quien no habla la misma lengua, entonces mal vamos.

24 de febrero de 2006

APADRINAD UN NIÑO


Me pareció una buena opción. Para adoptar no me siento preparado, me queda mucho que viajar y aprender, además viviendo sólo es demasiado complicado.
Pero ayudar a escolarizar a un niño es lo menos que podía hacer.
Me asesoré bien con Cristina, una ibicenca que hace años trabaja con Vicente Ferrer en Anantapur, y no sólo apadriné a una niña sino que al cabo de unos meses me fui a conocerla junto con mi amigo Juan que había apadrinado a otra niña.
El trabajo que ha hecho este antiguo Jesuita es inmenso, escuelas, hospitales, poblados enteros para las castas más pobres de la India.
La visita a la niña la recordaré toda la vida, todo el pequeño poblado esperaba mi llegada, los niños de la escuela me cantaron varias canciones, en las casitas de adobe no había muebles pero encontraron algo para que me sentara en medio de todos y les hablara en inglés y la maestra iba traduciendo. No me sentí como el tío rico de América pero una extraña sensación me invadía, para ellos sí era un personaje adinerado.
Llevé unos vestiditos y unos cacharros de cocina.
-¿Porqué alguien viene de tan lejos a traer cosas?-, le preguntó una anciana a la guía que me acompañaba.

Por si alguien está interesado:
TEL 902-222929 y www.fundacionvicenteferrer.org.

23 de febrero de 2006

ALGUNA NO HIBERNA


Hace mucho que no persigo lagartijas, están durmiendo.

CONFESIÓN


Hoy la lluvia me permite escribir. Los estibadores no trabajan.
Tengo que confesarme ante vosotros, sois los únicos jueces que reconozco, mis amigos, ayer fui a descargar un barco repleto de cemento.
La confesión tiene sus razones, independientemente de que cada uno use su tiempo libre para lo que le venga en gana, y es que después de declararme públicamente en contra del proyecto de autopista y otras construcciones aberrantes, voy y descargo (supondréis que no estaba solito) 3000 toneladas de cemento para que sigan construyendo.
Os imploro perdón y alego en mi defensa que de no haber ido el barco se habría descargado igualmente y yo habría dejado de percibir un dinerito que me hace falta, rellenar un blog y hacer cuatro fotos no da para vivir, y hasta el verano falta mucho.
Tengo el castigo del remordimiento, que no es poco.

22 de febrero de 2006

21 de febrero de 2006

ESCALERA AL CIELO


¿Porqué construyen escalones tan ciclópeos? -dijo el árbol cansado de subir.

SUEÑOS DE COLORES



En mis sueños hay colores
que me trasladan al pasado.
El azul es a veces mar
y a veces cielo.
El verde es bosque de pinos
o praderas de espigas.
El rojo es cielo ventoso
o campo de amapolas.
El amarillo es desierto interminable
o girasoles en flor.
El blanco son valles nevados
o montañas de sal marina.
El violeta son campos de lavanda.
El ocre es tierra arada.
El naranja es sol despidiéndose.
El negro no es color,
es futuro incierto,
noche cerrada,
luto inútil,
alquitrán.
No me gusta el negro.

¿...?


Nada y todo tienen comienzo ni fin.
Lo mismo que nada es verdad ni mentira.
El horizonte es una línea recta y curvada a la vez.
La distancia está cerca y lejos.
Lo triste es alegre desde el otro lado.
El bien y el mal no son opuestos.
La misma moneda tiene dos caras.
Las antípodas sólo están al otro lado.
Nada y todo importa.