
24 de diciembre de 2010
23 de diciembre de 2010
22 de diciembre de 2010
20 de diciembre de 2010
PÚRPURA FENICIA



La Illa Plana, la Illa Grossa y la Illa de Botafoc estaban tiempo atrás separadas de tierra firme. Hoy urbanizaciones, hoteles y grandes muelles para cruceros las mantienen unidas y ocupadas. En unas excavaciones arqueológicas en 1907, salieron a la luz, entre muchos restos importantes que ahora no son el tema que me ocupa, grandes depósitos de restos de concha de Murex Trunculus, el molusco del que se extraía una sustancia tintórea que segrega esa caracola. Los púnicos extraían esa sustancia para convertirla en púrpura para tintar telas (en la foto Helena de Troya con un vestido púrpura) y otros usos. Era un producto cotizadísimo con el que negociaban por todo el mediterráneo. La factoría se ubicaba en la Illa Plana. En el trascurso de los años, el escaso interés por los restos arqueológicos cuando la pobreza y la miseria asediaban, y, como siempre, el predominio de los intereses económicos cuando se trata de enterrar el pasado para construir el presente en forma de edificios, hicieron desaparecer todo vestigio de esa parte de historia.
18 de diciembre de 2010
17 de diciembre de 2010
16 de diciembre de 2010
VEDRÁ Y VEDRANELL



Un día primaveral de diciembre,sentado en una roca, los pies en el mar, todo parece inmóvil, incluso el mar, donde, dicen, hay más vida que en la tierra. Sobre mí sólo gaviotas, y cielo.
Preparado para el espectáculo, más bien, para el acto final, la función se repite día a día. Cuando el sol inicia su vertiginoso descenso, efecto óptico de su huída, su luz se debilita lentamente para permitir a mis ojos mirar sin deslumbrarse. Se redondea y anaranja cada vez más nítidamente, es otra ilusión de la luz. Se acerca el momento crucial, como cuando dices "te amo" a una mujer, a partir de ahí juega al escondite tras la tensada cuerda del horizonte. Sólo dura minutos, es el fin que esperábamos fuera el principio, pero es el fin. Como en el amor, después de decir "te amo" ya no se puede amar más, pero al día siguiente habrá otra puesta de sol, y otro "te amo". Escondido nos ofrece colores imposibles, como para compensar su huída a otro lugar. En esos momentos no necesitaba a nadie...pero me hacía falta tanta gente. Es un instante que no se puede trasmitir, es imprescindible estar allí en cuerpo y alma.
15 de diciembre de 2010
13 de diciembre de 2010
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