Continuamente conformamos nuestro Yo con la simple estrategia del “No he podido”. “No he podido ir”, “no he podido hacerlo”, “no he tenido tiempo”,…, puede ser verdad, de hecho es verdad, si tú te convences es que es así, la verdad es relativa.
Yo prefiero el “No he querido”, “no tenía ganas”, “he preferido hacer otra cosa”, es más valiente reconocerse dueño y señor de la situación, responsable total de las circunstancias, sean las que sean, uno es libre de modificarlas aunque a veces el precio pueda ser alto y otras veces realmente no se puede.
Pero nos solemos quedar con la salida más fácil, es humano. Es una verdad cómoda aunque sea una excusa que esconde otra verdad diferente. Siempre hay una verdad incómoda que se sustituye por una mentira piadosa. “Me hubiera gustado ir”, en vez de “estaba de p… m… en el sofá viendo la tele”.
Yo prefiero el “No he querido”, “no tenía ganas”, “he preferido hacer otra cosa”, es más valiente reconocerse dueño y señor de la situación, responsable total de las circunstancias, sean las que sean, uno es libre de modificarlas aunque a veces el precio pueda ser alto y otras veces realmente no se puede.
Pero nos solemos quedar con la salida más fácil, es humano. Es una verdad cómoda aunque sea una excusa que esconde otra verdad diferente. Siempre hay una verdad incómoda que se sustituye por una mentira piadosa. “Me hubiera gustado ir”, en vez de “estaba de p… m… en el sofá viendo la tele”.
1 comentario:
Con la sinceridad no se hubiera construido una civilización.
La “verdad” es un elemento de progreso, y las sociedades que mas valor han dado a la “verdad” son las que, efectivamente, más han prosperado.
Pero la cortesía y los protocolos sociales, actuan como necesarios, compartimentos que amortiguan el efecto, entre lo sincero y lo verdadero.
Ya te echábamos de menos.
Pero pensábamos que andarías viajando. Pero no por los procelosos mares de los “bits” insurrectos.
Beni
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