8 de junio de 2006

CASTILLOS EN LA ARENA


¿Un castillo musulmán en plena playa de Es Pouet en San Antonio?
Las religiones, en plural, me afectan y preocupan, en la medida de su importancia histórica y social, pero en realidad me importa un carajo. Tampoco acepto ni participo en la pobreza ideológica de “en algo hay que creer”, cuando ese “algo” se refiere a algún dios. Si se creyera más en no seguir el juego y en decir basta a tanto mal nacido que por poseer Poder es capaz de acabar con lo que se le ponga por delante, seres vivos o materia inerte. No harían falta rezos, no harían falta sacrificios, no harían falta veneraciones, sólo convivir, repartir, tener lo necesario, y tampoco pasaría nada si alguien con naturaleza más egoísta tuviera más que otro, ya aprendería que morir rico no le garantiza morir más feliz.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo opté por creer en mi "Pepito grillo" particular, y en el "no hagas lo que no quieres que te hagan". A mí me funciona, casi siempre.
Un beso.