17 de marzo de 2007

IBIZA, ESA MUJER (VI)



Cadascú li comprava un vestit diferent
sense importar-li massa
si li esqueia bé
o si era del seu gust.
Tots creien tenir dret de pernada,
tots eren celestins.


Cada uno le compraba un vestido diferente
sin importarle demasiado
si le ajustaba bien
o si era de su agrado.
Todos creían tener derecho de pernada,
todos eran celestinos.


Se especulaba con su carne
como si de un trozo de tela se tratara.
Como si vivir en ella
fuera considerarse dueños de su cuerpo
y poder negociar con él.

S´especulava amb la seva carn
com si fos un tros de roba.
Com si viure en ella
fos considerar-se amos del seu cos
i poder negociar amb ell.

1 comentario:

Anónimo dijo...

De lejos el blog mas hermoso que he encontrado, entré de casualidad y me quedé enganchada, intensa emoción al ver las imágenes de Rapa Nui y los versos de Neruda... es quedarse sin palabras y leer y leer 4-5 horas? perdí la noción del tiempo. La única decepción el descargo del cemento, ni el mantenimiento de esta página lo merecía. Abrazo, Patricia.