Desde cualquier baluarte la vista se pierde en el horizonte, ninguna nave era capaz de acercarse sin ser vista, y antes debían burlar las torres de defensa situadas estratégicamente alrededor de toda las isla.
Los acantilados de La Mola en Formentera al fondo y el faro de Botafoc que preside la entrada al puerto de Ibiza.
Los acantilados de La Mola en Formentera al fondo y el faro de Botafoc que preside la entrada al puerto de Ibiza.
1 comentario:
¿imaginas cuántas historias de amor prohibido debían de llegar a la muralla y mirar ese horizonte con la esperanza de ser libres algún día?
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