6 de agosto de 2011

PECADO DE ESENCIA INCONSCIENTE XV


Tengo que gritar con las exclamaciones,
sólo así he aprendido a agravar la voz
y en las letras que entre medias les coloco
me salen eruptivos delirios de pequeñez.
Así…me parece que vuelvo a des-enemistarme
de mí misma, de mis traiciones más siniestras-.
Paso páginas por la inercia
a la que no impongo el respeto de mi oposición,
el tiempo me doblega
aunque a cada suceder yo suplique
una pausa, un alto en el camino,
desde donde poder contemplar mis cruces marcadas
y los vectores que se presentan
ofertas, a menudo sin precisar, sin visión suficiente.

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