13 de agosto de 2011

PECADO DE ESENCIA INCONSCIENTE XVI


Me he adiestrado, otra vez en otro,
he limitado mis movimientos a sus tableros.

Un alto en el camino…
descargar el instalador apropiado,
descargarme de la culpa,
dejar a un lado los perdones aún pendientes
que, tal vez, jamás oiga de los dueños
cuyas voces anhelo y me susurran delirios.
Voy a tomarme la liberación por mi cuenta,
en mis manos hago sonar sus ecos
a modo de pasaje, de salvoconducto…
Si no puedo creerme digna de sus compasivas miradas
no llegaré nunca a mí misma,
perpetuaré, como hasta ahora,
la deleznable dismetría laberíntica
delimitando mi inhóspita trampa.

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