


Todavía quedan lugares en donde los animales no se asustan del hombre.
¡Que capacidad de autoengaño!
Saben que en la orilla no llega la pesca de arrastre y ellos son más listos que los anzuelos.
En Cala Gracioneta, tempranito por la mañana, antes de la invasión giril, se acercan confiados a pocos metros de la playa.
3 comentarios:
Hay pocos sitios con el agua tan clara... espero que sigs por muuuchos años...
Besos.
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