la costa agreste del noroeste es castigada asiduamente por los fríos vientos que nos envían desde los Pirineos. Las duras savinas soportan escondidas entre pinos y rocas el más crudo tiempo adverso, pero algunas desisten cansadas de vivir solas al borde de un acantilado sin agua ni sombra, solo viento y sol.
Estas fotos son de este domingo en la caminata desde Es Caló des Portitxol hasta Caló d´en Serra bordeando los acantilados del Faro des Moscarter.
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