21 de febrero de 2007

LILIÁCEAS







Me encanta coger desprevenidas a las flores del aloe mientras toman el sol, me agacho sigilosamente para captar su trasparencia al trasluz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me recuerda a la mujer extasiada de la que habla Salinas cuando la busca dentro de ella, abandonada, cedida al placer y a la plenitud de la absoluta confianza existencial depositada en el dador de gozo

Anónimo dijo...

Ver las flores, las hojas a trasluz, es ver como se intensifican sus colores, e imagináramos hasta su aroma a través de tus fotografías.
Bikos.