Hace unos días me llamó mi amigo Juan “Pou”, -“tengo un par de noticias, una buena y otra mala”- me dijo con voz tranquila. “Han entrado en el restaurante y se han llevado dos fotos tuyas, nada más”. No hace falta que me des la mala noticia, le dije. Reímos con complicidad, coincidíamos en el punto de vista sobre que esa era la buena noticia, es un orgullo que alguien tome el riesgo de entrar en una propiedad privada y elija llevarse como botín únicamente unas fotos.
Gracias cacos, disfrutarlas y no se os ocurra devolverlas. Lo que sí os pediría que fuerais a cenar más veces para compensarle el mal rato al comprobar que su casa ha sido profanada.
No pretendo fomentar que los amigos de lo ajeno campeen a sus anchas, robar suele ser más rentable que trabajar, pero me ha sorprendido que asuman ese riesgo por unas simples fotos.
Gracias cacos, disfrutarlas y no se os ocurra devolverlas. Lo que sí os pediría que fuerais a cenar más veces para compensarle el mal rato al comprobar que su casa ha sido profanada.
No pretendo fomentar que los amigos de lo ajeno campeen a sus anchas, robar suele ser más rentable que trabajar, pero me ha sorprendido que asuman ese riesgo por unas simples fotos.
3 comentarios:
mmmmmmmmm...mejor no te digo lo que pienso...
Tienes razón, Juan. Creo que lo único que no es rentable es trabajar.
Al menos son cacos de ”guante blanco“ y con buen gusto, no como los albano-kosobares.
Jorge, no nos dejes intrigados.
Beni
Hay ladrones con gusto... ¿Cuales se llevaron?.
Al igual que Beni, yo también quiero que nos lo cuentes, Jorge.
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