La primera vez que lo visité, íbamos juntos Armando, Hans, Jorge y yo, allá por 1990, y toqué la cabeza del Buda que está sentado en el interior de estas inmensas campanas de piedra, me dijeron que no me podría resistir a volver, y así fue, volví cinco años después. Esta vez me dijeron que volvería una tercera vez, no lo descarto. Este templo Budista es mágico, te envuelve, es sobrio, de piedra sobre piedra sin ningún tipo de cemento, piedras volcánicas traídas de los muchos volcanes de esta isla de Java.
Se haya cerca de la ciudad de Yogyakarta, a unos 400km. De la capital Yakarta, es fácil moverse en tren o en autobús. Toda la isla de Java es impresionante.
2 comentarios:
Da delicadeza da asa de uma
libélula,
Da beleza misteriosa e doce das flores...Ás pedras misteriosas...Tudo que vc nos mostra é belo e de muita sensibilidade..obrigada!
Beijo!
Juan
Este es uno de esos sitios, donde te preguntas por lo que nos contarían sus piedras si hablaran...
Besos rescatados del tiempo.
Helena.
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