27 de diciembre de 2005

INDIFERENCIA



“Tú tranquilo”.Es la frase que, cuando me la sueltan, más rompe mi tranquilidad.
Es difícil verme alterado, pocas cosas rompen mi ritmo, y no es que “pase” de todo o que esté de vuelta de nada, pero la indiferencia es una de mis armas preferidas. No es vanidad, ni elitismo, ni despreocupación, ni siquiera falta de interés, me interesa a mi manera, es sencillamente que hay demasiada bruticia y mala mediocridad como para estar interesado en todo lo que nos rodea.
Por eso cuando intento aislarme de algo me vuelvo indiferente, por eso si insisten y les insinúo que me dejen en paz, sin enfadarme, y me sale alguno diciendo “tú tranquilo”, mi tono de voz sube y rompe mi serenidad por unos momentos, justo el tiempo en que desaparezco.

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