28 de abril de 2006

FARO


La virtud del faro es la paciencia,
sabe esperar a que se esconda
el deslumbrante sol
para empezar a hacer guiños
a despistados navegantes.
Permanecerá así hasta el alba
girando como si parpadeara,
ahora me ves, ahora no me ves...,
es la Catedral del Marino,
el Teatro de los Navegantes,
el Monumento Anónimo a los Naufragados...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Su faro enciende

una brecha distante,

luces fugaces que atraviesan las rocas

llamaradas mojadas

que estallan el aire

Y besan las olas.



Besitos, Helena.