9 de febrero de 2006

DARWIN


Es curioso que se logre parar unas obras, un proyecto, porque en ese lugar se hayan encontrado restos arqueológicos o construcciones con cierta antigüedad, he dicho que es curioso no que esté en contra, todo lo contrario, cada avance de lo que llaman bien-estar a mí me crea mal-estar, sobre todo cuando se sustituye a la naturaleza por el cemento.
Pero mi reflexión de hoy va por otro lado.
Las excavadoras (sus dueños) son de admirar por contribuir a la Evolución de las Especies que nos habla Darwin, aniquilando a todo bicho viviente que se ponga en su camino, bichos de especie “floja” que no se merecen evolucionar, “no les daremos tiempo a que se adapten a nuestras máquinas”, parecen pensar. Sobran lagartijas, ratones, erizos, arañas, gusanos, hormigas, cucarachas, caracoles,…, bichos de mal vivir. Además son tan pequeños que no se nota, no es como cuando exterminaron a los bisontes en Norteamérica o animales parecidos, aquí si que importa el tamaño. Los bichitos de pequeño calado no tienen categoría suficiente para merecerse una huelga o manifestación.
Otro día hablaremos de plantas y árboles, que por lo visto tampoco se merecen que las máquinas se paren.

2 comentarios:

Mariano Planells dijo...

Quizás cabe todo. Todo hubiera cabido, pero con moderación. Lo que está pasando ahora es una bestialidad. Una locura. Haces bien en sumar el arte de tu objetivo en ponerles en evidencia. Si no defendemos ahora lo poco que queda... ¿cuándo lo vamos a hacer? Un abrazo y no desfallezcas. Simplemente retrátalos.

Anónimo dijo...

Todo merece que las máquinas se paren, nosotros, los bichitos y las plantas, hasta las piedras si son patrimonio de nuestra historia.
Besitos múltiples, pequeñitos.
Helena.