1 de febrero de 2006

LUTERO


Esta tarde he visto la película Luther. Viví en mis propias carnes el funcionamiento de la Iglesia, fui monaguillo y seminarista, pero a esa edad no tenía perspectiva de lo que ocurría y representaba ese mundo, me limitaba a “creer” y obedecer a la Santa Madre Iglesia a través de sus sacerdotes.
Hoy, me confieso a quien me apetece y rezo en hebreo. Sigo la doctrina de ser “buena gente”, me gusta la frase “Soy ateo, gracias a dios”.
Pero la película me ha vuelto a encender la luz en el archivo de las cuestiones de fe.
¡Cuántas injusticias, humillaciones, mentiras, a cargo de la Iglesia!
Cuántos crímenes de la Inquisición. Cuántas aberraciones de las Santas Cruzadas. Cuántas “almas” destrozadas en nombre de la figura de Jesucristo, que debió ser un tipo cojonudo. ¡Cuánto engaño en la interpretación de lo que dejó escrito!
Cristo, Mahoma, Buda,…, Ghandi, Lutero, San Agustín o Fray Escoba, que más da, miles de personajes en la historia han dejado mensajes de paz y amor.
En cada uno de nosotros está la religión a seguir, si es que hay que seguir alguna, bastaría con no “joder” al prójimo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también fui inevitable víctima del nacional-catolicismo. Quizás por coincidir con esa época de desarrollo español no tengo recuerdos particularmente malos más que tener que madrugar también los domingos para ir a misa, los campañillazos en la cabeza que me daba como castigo Don Juan el director salesiano y el acoso sexual de un comfesor que pretendía magrearme cada vez que me confesaba y me hacía explicarle detalladamente como me masturbaba.
Pero recuerdo con afecto (mucho) a Don Luís mi profesor de latín que como castigo por no saberme sus lecciones (el libro lo escribió el) me hacia hacer de monaguillo en sus misas pero me las pagaba, 25 Pta. por misa.
Recuerdo a Don Manuel mi entrenador de Balon-Volea y a Don Aurelio que me enseño a pensar y no dar por bueno nada que no me lo pareciera a mi.
35 años he seguido siendo fiel a ese instante de ateísmo y hoy puedo seguir siendo ateo sin basar mi convencimiento en las intencionadas mentiras de la propaganda anticlerical.
Por encima del valor espiritual que pueda ofertar cada religión, veo en ellas un modo conductista de progreso social.
En sus normas, una forma de paliar situaciones perjudiciales para los miembros que forman sociedades locales y lo espiritual solo es la argumentación para que nadie pensara que el no cumplir con las normas, aunque nadie le viera, iba a dejarle sin el castigo merecido.
Ahora considero absurdo tener una acientífica conciencia espiritual si ello no me conduce a algo práctico.
Admito la “verdad” como un valor espiritual que reconozco como un práctico e idóneo motor social. Comparable a la “perfección” (la verdad de los orientales) budista.
Y así tambien a la honestidad, solidaridad, orgullo, honradez… los reconozco como valores espirituales pero imprescindibles para el desarrollo social, ya vengan a lomos de la religión o de la política.
Pero jamás intentaría mirarme el ombligo e intentando conocerme a mi mismo, pues a cada bocado que doy o cada vez que inspiro, el material químico que me conforma cambia, haciéndome un ser diferente.
Ya conozco a gente suficiente, no necesito añadir todos mis yos a mi lista de amigos, o enemigos que también pudiera ser.
Un abrazo.
Beni

Anónimo dijo...

Hola, amorcito...Gracias por cada una de tus palabras...Te necesitaban muchas personas...Cuando yo fui a ver a LUTERO seguí comprendiendo que el valor sobre el que se sustenta un sistema (de cualquier tipo) de carácter social, instaurado, es, en realidad, el valor de todo un ser humano que creyó en lo que su interior le dictaba como verdadero.
Esas personas, que no se dejan abatir por las represalias del mundo en que viven, guiadas por la fuerza de sus ideales, son las que marcan nuevas sendas para los que venimos detrás.
Después su ausencia deja huellas pero llegan los perversos y pervertidos, acomodando aquéllo que ellos construyeron a sus propios intereses, politizando lo que no puede ser legislado (los sueños visionarios de un hombre o de una mujer)
Tú lo dices, tiíto,...si tan sólo nos preocuparamos por nosotros mismos...la belleza extraordinaria de estas personas excelentes quedaría intachable, impoluta, intocada...
Para no sentirnos vacíos y pusilánimes, a menudo, adoptamos la razón vital de otro...porque así es más fácil justificar nuestra existencia...no tenemos que buscar dentro de nosotros...que es lo único a lo que nos debemos...
UN BESITO

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Posted by Anonymous to Ibiza a pié de foto at 2/04/2006 12:42:21 PM