28 de febrero de 2006

TOLERANCIA



El diccionario dice que la tolerancia es el respeto a la libertad de los demás, a sus formas de pensar, de actuar, o a sus opiniones políticas o religiosas. Por tanto tolerar debe ser aceptar, admitir ideas u opiniones distintas de las propias.
Cuando la tolerancia se impregna de discrepancia activa y se provoca una discusión es fácil acabar acalorado y cada uno por su lado, o sea como si no se hubiera tolerado nada.
La línea que marca hasta donde se tolera es ancha y difusa, es como la luz que entra por un agujero, fácil de cortar obstruyéndolo pero al retirar la mano la luz continua fluyendo.
Cuando la discrepancia toma cuerpo, fácilmente se puede convertir en crítica, en ataque, en violencia verbal, o en consejo moralista que todavía es peor. Cuando uno tolera debería callar, y eso es muy difícil.
Cada uno debería ser responsable de lo que dice, por lo que los demás, aún no estando de acuerdo, deberían respetar. La cuestión, la línea difusa, es ver donde y cuando la opinión personal de uno penetra y daña la actuación de otro.
Aunque, tal vez, las cosas sólo sean como uno las siente, como uno las percibe y recibe, sin que importe quién ni cómo las emite. En cualquier caso mea culpa, lo que yo perciba y sienta es cosa mía, cada uno que exprese como quiera lo que crea que debe decir.
Creo que fue Rosa Luxemburgo la que citó: “La libertad termina donde empieza la de los demás.”
Es otra línea difusa.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo de la luz que entra por un agujero , me lo explique. Y lo de la discrepancia cuando toma cuerpo , se llama discrepanza

Anónimo dijo...

Habla el tolerante... a la mínima ya está insultando, cuando no le gusta lo que oye, ataca, Que gran humanista!!

Juan Pérez Escribano dijo...

Este artículo lo escribí porque como humano me equivoco, por eso hablo de mea culpa, tu carga con tu parte, y dije que por mi parte se había terminado, voy a borrar estos comentarios. Si me conocieras no dirias lo que dices, y si no me conoces déjalo como está porque no me interesa tu amistad.

Jorge Kelson dijo...

Cuando converso con alguien siempre trato, hago lo posible, porque el interlocutor tenga la razón. Además la idea de una discusión es errónea. Debiera ser una colaboración, una investigación para llegar a un fin y no importa si el fin queda de este lado o del otro. Los chinos dicen que no hay que discutir para ganar, sino para dar con la verdad.

J. L. Borges

Después de algunos días sin poder visitar tu blog veo que tienes algunos "problemillas" con un troll

Hay un a famosa frase que circula por internet que dice: "no des de comer a un troll"

Un saludo

Equilicua dijo...

La palabra discrepanza no está registrada en el Diccionario. Las que se muestran en el recuadro tienen una escritura cercana.

discrepancia

Real Academia Española © Todos los derechos reservados

Saludos.

Mariano Planells dijo...

Lo de tener ideas propias es una vulgaridad. Yo mismo procuro relativizarlo todo. Es cierto, odiar es una pesadez, cansa mucho. Mejor dedicar la poca energía que nos queda a cosas más positivas.
- ¿Y usted que hace para mantenerse joven, Don Genaro?
- ¿Yoooo? Pues... que no me discuto con nadie.
- Hombre, por eso no será!
- Pues...no será por eso.
Don Genaro, el del chiste de Eugenio, es un maestro socrático de lo que es la tolerancia.
Bueno, en fin, no sé. O no será eso.

Anónimo dijo...

No busquemos solemnes definiciones de la tolerancia. Ella es sólo esto: Responsabilidad de hacer lo que elegimos en libertad.
Besos efecto primavera, de la que la sangre altera.
Helena.