7 de febrero de 2006

LA P... MILI.


Siempre me quedó pendiente esa espina, no el sacármela, ya que quedó incrustada en la carne, pero sí lavármela un poco maldiciendo a todos los estados que en nombre de la paz preparan a sus gentes para la guerra.
El año y medio de mi vida que me robaron, que se apropiaron para “hacerme” un hombre, yo lo utilicé, no para odiarles, ni siquiera eso se merecen, sino para reconfirmar aún más que los ejércitos, las armas, los que aceptan combatir, por tanto matar, enarbolando banderas, construyendo fronteras, venciendo “enemigos”, conquistando tierras ajenas, no me interesan en absoluto. Pero me obligaron a entregarles 18 meses, y no gratuitamente, una pulmonía, una operación de menisco provocada para conseguir un permiso, el hígado castigado, y sobre todo una permanente tristeza y rabia encerrado en ese cuartel en El Ferrol.
Les agradezco en cambio, un par amigos de esos para toda la vida, que pusieron al día mi conciencia política y los problemas del mundo, conciencia inocente acostumbrada a meditar relajadamente sobre la vida sentado al borde del mar en mi querida Ibiza.
Prometí no volver a coger un arma, le he hecho y lo seguiré haciendo.
No acudiré, ni obligado, a ningún conflicto armado de ningún país. Lo juro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

te quiero mucho, amorcito

Anónimo dijo...

FELIZ CUMPLEAÑOS!

DE ALGÚN MODO, EL MUNDO HOY QUIERE DEDICARSE A TI...Y LA FORMA MÁS HERMOSA Y RESPETUOSA ES QUE TODO SIGA CON LA NORMALIDAD O EXCEPCIONALIDAD QUE DESEEN TUS PASOS...
ME ALEGRA MUCHO SABER QUE UN OCHO DE FEBRERO TUVO LA GENEROSIDAD DE DESPERTARTE A LA VIDA TERRENAL.

UN BESITO, TIÍTO