31 de enero de 2006

MACHISMO


Me es muy difícil escribir sobre este tema. Hace muchos años que decidí que la mejor forma de no ser machista es olvidarse de que existe esa palabra y demostrarlo con mi comportamiento.
La educación que recibí tenía bases machistas, toda España respiraba machismo, la dictadura en política llevaba la dictadura a las familias. Después vi que no sólo era producto político y social, que hay hombres que su debilidad les exige ser dominantes, irrespetuosos, humilladores, maltratadotes.
Yo a veces no sé que hacer, dudo si abrir la puerta y dejar pasar primero a una mujer es educación adquirida, simple amabilidad, o es menospreciar a la mujer, como si no supiera abrir la puerta ella sola. Lo que me preocupa es que también abro la puerta y dejo pasar a un hombre y no tengo dudas de que no le menosprecio.
En mi cabeza la diferencia entre los dos (o más) sexos, es simplemente que desde mi visión me atrae más el cuerpo de una mujer. No puedo diferenciar las actitudes, las aptitudes, los derechos y obligaciones, la posición social, el rol familiar, el trato en la calle y en el trabajo, no sé donde están las diferencias de comportamiento según el sexo.
De vez en cuando hay mujeres que llevan un bebé en su barriga que no le importa su sexo mientras nada feliz allí adentro.
Esa debe ser la única diferencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La memoria genética es una razón bastante excusable para defender el dominante instinto del hombre y la respuesta de sometimiento femenina.
Vamos mucho más allá...porque, amorcito, quizá siempre en una relación que te trascienda, con un amigo, una pareja, familiares, ...existe uno que tiene más permiso para dirigir y otro que se siente mejor siendo seguidor.
El miedo justifica este tipo de esclavitud social.
El hombre que se autoriza a humillar a las mujeres así, teme lo que de ellas desconoce.
Sólo privándolas de cotas de libertad puede controlarlas y así someterlas.
Pero...tal vez...en el fondo...vaya mucho más allá de los géneros...
La fuerza bruta ha resultado ser un arma de poder incuestionable.
Existe otra fuerza, más sutil, subterránea, que ha hecho creer a muchas personas que la Mujer es retorcida, maléfica...Ella a lo mejor ha mostrado una actitud sometida ante los ojos del mundo pero ha sabido fluir silenciosa...Hoy quiere ser testimonio abierto de todo lo que sus antepasadas han ido dejando en ella...
un besito, amorcito