28 de enero de 2006

SER Y ESTAR


Se puede Ser y Estar a la vez. Se puede Ser y a veces no Estar. Pero lo triste es Estar y no Ser.
Es el eterno dilema: ¿Soy quien creo ser?
“Yo soy así”, he oído mil veces en boca de los, para mí, más inseguros. Esa frase es el principio del fin. Es prohibirte a ti mismo cambiar. Es negarte a aprender. Es impedirte evolucionar.
Levantarse cada día y no reconocerse ante el espejo, ¡Cómo he cambiado esta noche!, el sueño es reparador, regenerador, pero lo que realmente te cambia es el deseo y la voluntad de ser alguien nuevo cada día, alguien con la ilusión de descubrir la vida cada instante, aunque a veces, a menudo, la vida sea una mierda.

2 comentarios:

Susana dijo...

uf yo creo q tendria que llevar el cartelito que ponen en las obras para no pasar,!estoy en constantes obras de remodelacion! tengo dos mil fallos e intento cambiar y aprender, pero reconosco que cuesta muchisimo mirarse al ombligo y ver q no todo es ideal..y ponerse manos a la obra.

Anónimo dijo...

...aunque pensándolo bien el hecho de que cada uno de nosotros seamos una obra inacabada hace de la vida una aventura donde no vale la pena quedarse quieto, un espacio en que todas las posibilidades se ofrecen y no estamos atados a un ser permanente que no sea nuestra esencia,al fin y al cabo, ésta,la esencia de uno mismo, es nuestra meta individual...adelante pues...a transformarnos día a día hasta reconocer esa parte inalterable que siempre ha ido en la profundidad de cada uno ... y sabernos así esenciales y eternos, por encima de los cambios...